Para controlar el pH y las sales en el agua utilizada en el proceso de esterilización, es importante seguir una serie de recomendaciones:
- Control del pH: Mantenga el pH del agua de esterilización entre 7.00 y 8.00. Valores superiores pueden provocar ennegrecimiento del estaño por formación de estannitos y desprendimiento del barniz por un efecto de decapación alcalino. Utilice productos aditivos reguladores para obtener este rango de valores de pH ideal.
- Control de Sales: Asegúrese de que las concentraciones de cloruros sean inferiores a 50 mg/l, la alcalinidad (expresada como CaCO3) sea menor de 350 mg/l, los nitratos menos de 25 mg/l, los sulfatos menores de 150 mg/l y los nitritos por debajo de 0.1 mg/l. Si el agua proviene de pozo o si el índice de dureza es alto, se recomienda aplicar un tratamiento de ultrafiltración para reducir los niveles de salinidad.
- Sistema de Purgas Automático: Instale un sistema de purgas automático para evitar la concentración de restos salinos por evaporación del agua.
- Aditivos Antioxidantes: Añada al agua de esterilización aditivos con carácter antioxidante para minimizar los procesos de corrosión.
- Control de la Calidad del Agua de Calderas: Mantenga el pH de la alimentación de las calderas por encima de 8.5 y controle la conductividad para evitar la corrosión. Utilice inhibidores como sulfitos y polímeros para proteger las calderas.
- Tratamientos Específicos para Calderas: En las calderas, evite la corrosión con la adición de NaOH y controle el pH con Na3PO4 para evitar la basificación excesiva.
- Uso de Agua de Baja Acidez: Para la limpieza de los autoclaves, utilice productos de limpieza de baja acidez (pH inferior a 6) y realice las labores de limpieza con agua destilada o desmineralizada.
Siguiendo estas recomendaciones, podrá controlar eficazmente el pH y las sales en el agua y reducir los problemas de corrosión en los envases metálicos durante la esterilización.