El autoclave con sobrepresión se utiliza principalmente para procesar alimentos enlatados y otros tipos de empaques blandos, como pouches, frascos de vidrio, envases de plástico y cartón. La sobrepresión en el autoclave permite mantener una presión equilibrada entre el interior y el exterior de los envases durante el proceso de esterilización, lo que ayuda a evitar deformaciones o roturas en los envases.

Además, los autoclaves con sobrepresión ofrecen algunas ventajas adicionales:

  1. Mejor transmisión de calor: La atmósfera saturada en el autoclave permite una transmisión de calor más rápida y uniforme en comparación con los autoclaves que solo utilizan vapor.
  2. Ahorro de agua: Estos autoclaves suelen incorporar un intercambiador de calor que reduce el consumo de agua durante la fase de enfriamiento y evita que el agua entre en contacto directo con los envases.
  3. Mayor homogeneidad de temperatura: El movimiento de la atmósfera dentro del autoclave, provocado por el agua pulverizada, asegura una distribución más uniforme de la temperatura en todo el equipo.

Estas ventajas hacen que los autoclaves con sobrepresión sean una opción popular en la industria de conservas y otros procesos de esterilización y pasteurización de alimentos.