El proceso de esterilización en la industria conservera es un paso crítico para garantizar la seguridad y calidad de los productos enlatados. Este proceso implica someter los productos enlatados a altas temperaturas para eliminar microorganismos y asegurar la esterilidad comercial. A continuación, se describen los pasos generales en el proceso de esterilización:

  1. Preparación del producto: Los alimentos se preparan y envasan en las latas. Esto puede incluir el lavado, troceado, cocción y enlatado del producto.
  2. Sellado hermético: Las latas se sellan herméticamente para evitar la entrada de aire y garantizar un ambiente anaeróbico dentro de la lata. Esto es esencial para evitar la proliferación de microorganismos.
  3. Tratamiento térmico: Las latas selladas se someten a un tratamiento térmico, que generalmente implica el uso de autoclaves o pasteurizadores. Los autoclaves convencionales a vapor directo, autoclaves de sobrepresión y otros, se utilizan para aplicar altas temperaturas y presiones a las latas durante un tiempo específico. Este proceso asegura la eliminación de microorganismos y la esterilidad comercial del producto.
  4. Enfriamiento: Después del tratamiento térmico, las latas se enfrían rápidamente para detener el proceso de cocción y mantener la calidad del producto.
  5. Inspección y almacenamiento: Una vez que las latas se han enfriado, se inspeccionan para garantizar la calidad y la esterilidad del producto. Las latas que pasan la inspección se almacenan y distribuyen para su venta.

Es importante tener en cuenta que el perfil térmico y los tiempos de tratamiento pueden variar según el tipo de producto y envase. La esterilización debe ajustarse a una curva precalculada para obtener las características óptimas de conservación de nutrientes del alimento y el mejor aspecto visual, cumpliendo además con restricciones de tiempo mínimo a alta temperatura para asegurar la letalidad de las bacterias presentes en el producto.