En un intento por crear competencia, el organismo Profeco declaró la guerra a las latas de sardinas que están siendo importadas desde España. El problema que existe con las sardinas, además de no cumplir con la norma mexicana, varias marcas de sardinas contienen menos producto a lo que dice el etiquetado. La Procuraduría Federal del consumidor (Profeco), encontró sardinas de España en lata, que no cumple con la Norma Mexicana NMX-F-179-SCFI-2001 ya que tienen carne de pescado y vísceras.
Esta normativa prohíbe que las latas de pescado tengan pescados contaminados. El dictamen establece que los pescados deben ser sanos, limpios y frescos; libres de cabeza y branquias, eviscerados y careciendo o no de cola y escamas.
Sin embargo, las marcas que no cumplen con lo establecido son: Altamar Sardinas en salsa de tomate (México) 425 g, con 11% de vísceras, 0.5% de escamas, 0.1% de aletas. Vigilante Sardinas en aceite de oliva (España) 120 g, con 10.6% de vísceras y 0.5% de escamas. Vive Sabor Sardinas picantes en aceite de girasol (España) 120 g, con 8.5% de vísceras y 2.1% de colas. El corte Inglés Sardinas (sardinillas) en aceite de oliva (España) 115 g, con 7.5% de vísceras y 6.4% de colas. Dolores Premium Sardinas en aceite (México) 120 g, con 6.8%. Tuny Gourmet Sardinas en salsa de tomate (Portugal) 120 g, con 6.7%. Oro de España Sardinas en salsa de tomate (España) 120 g, con 6.6%, la Gintana Sardinillas en aceite de girasol (España) 85 g, con 6.4%
Por si esto fuera poco, el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor encontró que las marcas Calmex, Altamar y Guaymex contienen menos producto de lo que declaran, pero también hay otras que presentan en su contenido escamas, aletas y colas.
“Tras analizar 47 marcas de sardinas envasadas, 21 en salsa de tomate; 10 en aceite de oliva; 10 en aceites varios; una en salsa de chipotle; dos en escabeche y tres con otros ingredientes o estilos, se detectaron tres marcas que contienen menos producto de lo que declaran”. Profeco recomienda revisar la lata, no comprarla si está inflada, golpeada u oxidada, así como revisar el etiquetado, ya que varias marcas presentan el sello de exceso de sodio.