En diferentes ocasiones nos han planteado la pregunta ¿Que ventajas o desventajas tiene usar envases embutidos con relación a los clásicos de “3 piezas”? O también ¿Qué es preferible utilizar envases tipos 2 piezas o 3 piezas? La respuesta no es sencilla, porque entran en juego muchas consideraciones, y se puede enfocar desde diferentes perspectivas:
– Desde el punto de vista del fabricante del envase o del utilizador.
– Desde el punto de vista de la economía o de la calidad.
– Desde su aspecto – o presentación – o su manejabilidad.
– Desde su simplicidad o su complejidad en su fabricación
Y así podríamos añadir otros diferentes ángulos de visión. En este trabajo trataremos de dar algunas respuestas a estos interrogantes.
CAMPO DE APLICACIÓN
En primer lugar hay que tratar de delimitar el campo de aplicación al que nos circunscribiremos. Los planteamientos pueden ser muy diferentes. Desde luego el campo de aplicación debe quedar definido por el destino final del envase. En principio se pueden considerar tres grandes campos de utilización de los envases:
– Bebidas: Está muy claro que en esta área, el tipo de envase que copa mayoritariamente el mercado es el “2 piezas” con la tecnología DWI. El uso de envases de otro tipo es puramente testimonial, por lo tanto no procede plantearse que clase de envase es el idóneo, el mercado ya ha decido.
– Industriales: Por sus características de muy amplia gama de usos, formatos, tipos de cierres, accesorios, etc. y además su consumo en pequeñas producciones, es un hecho que el tipo de envase que se requiere es el “3 piezas”, ya que sus líneas de fabricación a bajas velocidades son versátiles, simples y eficaces. Por lo tanto aquí tampoco cabe plantearse la discusión.
– Alimentación: Es en los envases para las clásicas conservas alimentarias de todo tipo: vegetales, cárnicos, pescados…, donde sí se presenta la duda de definir en cada caso cual es el envase ideal, pues el mercado ofrece diferentes soluciones que pueden tener ventajas y desventajas a lo largo del proceso, es decir desde el diseño del envase hasta su destrucción final. Por tanto este trabajo lo centraremos solo en los envases empleados en este campo.
ENVASES PARA USOS ALIMENTARIOS
Los tipos básicos de envases que pueden emplearse para contener alimentos, en verdad son tres:
1º.-Los clásicos “3 piezas” en sus diferentes versiones de soldadura de la costura lateral del cuerpo, y dotados de tapas fácil apertura o no.
2º.- Los “2 piezas” de tecnología sencilla, es decir los obtenidos por simple embutición. En general comprenden todos aquellos que su altura es menor que la mitad de su diámetro.
3º.- Los “2 piezas” altos, conseguidos por embuticiones sucesivas, que requieren una tecnología más compleja. Son los llamados “DRD”.
No entraremos a describir los sistemas de fabricación de cada uno de ellos por no ser materia de este trabajo. En esta pagina Web, hay diferentes artículos que tratan sobre ello como por ejemplo:
CUALIDADES DE LOS DIFERENTES TIPOS DE ENVASES
Trataremos de enumeras algunas de las cualidades que presentan estos tres grupos de envases. Iremos enumerando cada una de ellas, y determinando en que nivel la tienen estos tipos de botes. Para ello nos pondremos primeramente del lado del fabricante de los mismos, y después del lado de envasador o utilizador. Otro aspecto son los intereses del consumidor, los cuales deben primar sobre los del fabricante del envase y también sobre el envasador, pero los mismos coinciden en buena medida con los de ambos.
FABRICANTE:
Según nuestro punto de vista las cualidades a tener en cuenta, pensando como fabricante, son:
Uso de materiales alternativos: Los que demandan una calidad mas simple de la materia prima básica – el metal – , son los envases “3 piezas”, pues en ellos el material sufre menos deformaciones y esfuerzos, pero tienen la limitación de no poder usar para el cuerpo soldado eléctricamente- que es la técnica usual –, materiales de muy bajo recubrimiento de estaño (LTP), cromados (TFS) o aluminio, lo cual es importante. Esto no sucede con los envases embutidos, aunque requieren una calidad de acero base más especifica. Por lo anterior, consideramos que en este apartado presenta cierta ventaja los envases embutidos por admitir una gama mas amplia de metales.
Facilidad en el diseño de la decoración: Los envases “3 piezas” se litografían en plano y por hojas completas, usando una técnica convencional, por lo que resulta mas sencillo y económico. Los “2 piezas bajos” usan el mismo procedimiento, pero el diseño de la litografía se complica, pues hay que hacer una compensación de las deformaciones en la embutición, y además quedan limitadas las zonas en las que se pueden colocar textos o imágenes con líneas rectas. La complejidad es mayor aún en el caso de DRD, por requerir una impresión envase por envase. De hecho la impresión sobre metal se utiliza muy poco sobre este último tipo de botes, recurriendo mayoritariamente al etiquetado en papel.
En resumen, en este apartado, los envases “3 piezas” tienen ventaja.
Litografiado total de la superficie: Los tipos “3 piezas” precisan reservar una zona sin litografiar para la soldadura lateral del cuerpo. Los otros dos tipos se pueden imprimir en su totalidad, aunque los DRD sobre el bote terminado.
Nivel de calidad: Por la técnica de fabricación, la calidad obtenida en los envases embutidos es mas uniforme y presenta menos riesgos de parámetros fuera de control.
Ausencia de fugas por la costura lateral: Por la supresión de la costura lateral en el cuerpo en los envases embutidos:
– Se reduce el riesgo de fugas en el envase o la contaminación microbiológica de su contenido por micro fugas.
– Se facilita la operación de cierre de la tapa al eliminar el doble espesor en la zona de la costura, lo que posibilita un aumento de la velocidad de trabajo.
Ausencia de fugas en los cierres: En los envases embutidos, por la supresión del cierre del fondo, se reduce un 50% el riesgo de fugas por este concepto, ello lleva implícito:
– Reducir el riesgo de contaminación microbiológica al desaparecer el cierre.
– Simplifica la fabricación al suprimir una operación
Reciclado: Los envases “3 piezas”, al tener que fabricarse en hojalata – al menos el cuerpo – presentan ventajes en el reciclado. Pueden ser separados por sistema magnético y posteriormente recuperado el estaño. Los embutidos en aluminio su reciclado no es tan simple.
Simplicidad tecnológica: La forma más sencilla de fabricar un envase es por el método de embutición simple, por el contrario la complejidad mayor supone recurrir al embutido-reembutido (DRD), por la elevada tecnología del utillaje y de los equipos a emplear. Los medios usados para producir los “3 piezas” se mueven en un abanico muy amplio de técnicas, pero en general no son muy enrevesados.
Disponibilidad de equipo en el mercado: Por antigüedad del mercado, hay muchos fabricantes de equipo para la tecnología del “3 piezas” y de los embutidos bajos – prensas -. Escasea por contra, para DRD.
Economía en el coste de la inversión: La inversión más económica siempre es la necesaria para los envases embutidos bajos, bastan unas prensas adecuadas y su utillaje. Por el contrario para DRD el equipo es muy caro, más si incluye los sistemas de barnizado e impresión. Las líneas para envases “3p” varían mucho de precio en función de sus velocidades y de la procedencia de las maquinas, de estas ultimas es posible conseguir equipos en el mercado de 2ª mano.
Flexibilidad de las instalaciones: Las más flexibles, sin duda son las líneas para “3 piezas”. Las instalaciones para embutidos bajos y sobre todo las DRD suelen ser muy poco reconvertibles.
Incidencia en el coste del envase: La mejor utilización de la materia prima básica – el metal -, se consigue generalmente con los envases embutidos y DRD, por el estiramiento se sufren y que facilita la formación de las paredes de los mismos. También supone un ahorro la eliminación de la costura lateral y del cierre del fondo. Ello compensa el posible incremento de recorte de metal, que es mayor en caso de envases redondos.
Hemos reflejado en un cuadro las cualidades detalladas más arriba, puntuándolas en cada caso, dándole un valor de 1 a 3, con el siguiente criterio:
3 = Cualidad en valor alto
2 = Cualidad en valor medio
1= Cualidad en valor bajo
Se ha reflejado en negrita los conceptos que en nuestra opinión son más relevantes. Al final se suman las puntuaciones con dos criterios: todas ellas y solo las mas relevantes.
Como conclusión para un fabricante de botes, se ve que para un formato dado, en el supuesto de que sea factible hacerlo por medio de dos tecnologías distintas, – teniendo en cuenta que no se puede comparar la usada para envases embutidos bajos con la de DRD, pues una excluye a la otra -, podemos resumir:
– Entre “3 piezas” y embutido bajo: Es más interesante usar envases embutidos.
– Entre “3 piezas” y DRD: Es más interesante usar DRD, pero las diferencias son menores
No hay que olvidar, que existen formatos de envases donde no es posible aplicar la técnica de embutición en cualquiera de las dos formas, por tanto el uso de instalaciones “3 piezas” siempre tendrá un mercado.
ENVASADOR
Por otro lado, desde la perspectiva del envasador las cualidades a considerar son:
Fabricantes en el mercado: Al envasador le conviene que haya cuantos más fabricantes en el mercado mejor, pues a mayor numero de fabricantes, más grande es la competencia en calidad y precio, asegurando unos mejores niveles de prestaciones. Bajo este punto de vista, el mayor número de fabricantes se dan en el caso de envases 3 piezas y 2 piezas bajos. Son escasos los que surten el mercado de envases DRD
Gama de formatos disponibles: El catalogo más extenso de formatos lo presenta el campo de “3 piezas”, hay variedad de tamaños donde poder elegir el que mejor se adapta a las necesidades del producto a envasar. Los embutidos bajos reducen se gama por su limitación en altura, y los DRD por la minima flexibilidad de sus instalaciones de producción.
En relación a los apartados: Litografiado total de su superficie, Nivel de calidad, Ausencia de fugas por costura lateral, Ausencia de fugas en los cierres y Reciclado, nos remitimos a lo dicho más arriba, cuando tratábamos el asunto bajo el punto de vista del Fabricante del envase. Estas ventajas son coincidentes para ambos.
Comodidad de apertura: Una incomodidad, que presentan los envases embutidos bajos, con relación a los otros dos campos, es cierta dificultad a mantenerlos bien asegurados con una mano, mientras con la otra procedemos a su apertura. Esto se manifiesta sobre todo si van dotados de tapa fácil apertura. La causa es su baja alta, que no permite a la mano aprehenderlos con firmeza.
Con los mismos criterios que en el caso de “Fabricante”, presentamos más abajo para el “Envasador”, un cuadro resumen de cualidades puntuadas
La conclusión es que están muy igualados los tres grupos de envases, con una muy pequeña diferencia hacia los envases embutidos bajos.
Como resumen, vemos que en su conjunto, no hay una situación clara de que un tipo de envase sea preferible a los otros, aunque si hay factores donde de manera evidente uno sobresale de los otros. En función de las peculiaridades propias de cada cual, debe de decidir cada uno que tipo de envase se justa mejor a sus exigencias.
En cuanto al consumidor final, suele ocurrir que detecta mejor las deficiencias del envase que sus ventajas, y mientras el mismo no le cause problemas, a “priori” no se decanta por ninguno en particular, si bien es influenciable por la presentación del mismo.
cual es la maxima altura que se obtiene con el proceso DRD?