Para generar un buen curado del polvo en la protección de soldaduras de envases, es importante seguir una serie de pasos y controlar ciertos parámetros:

  1. Rápido aumento de la temperatura: Para fundir adecuadamente el polvo y mantener el estaño fundido el máximo tiempo posible, se busca un rápido incremento de la temperatura en el horno.
  2. Tiempo de permanencia: Idealmente, el tiempo de permanencia del envase a una temperatura por encima de los 232 °C (temperatura de fusión del estaño) debe ser de un mínimo de 8 segundos. Esto asegura una correcta fusión y adhesión del polvo.
  3. Control de la velocidad de enfriamiento: La velocidad a la que se enfría el polvo puede influir en las propiedades mecánicas de la película de polvo. Un enfriamiento rápido hará que el polvo quede más blando y elástico, mientras que un enfriamiento lento puede hacer que el polvo se cristalice y se vuelva más quebradizo.
  4. Polimerización: Se debe verificar que los componentes del polvo hayan completado su proceso químico con la ayuda del calor, alcanzando una situación estable. Esto se puede hacer recortando la zona de la costura de un envase después de salir del horno y realizando pruebas mecánicas para asegurar la adherencia y la integridad del polvo curado.
  5. Pruebas de control: Realizar pruebas de carga de barniz y de polimerización para verificar la adecuada aplicación y curado del polvo. Estas pruebas pueden incluir mediciones de la huella de polvo y pruebas de resistencia mecánica después del curado.

Es fundamental seguir las instrucciones específicas del fabricante del polvo y del equipo de curado para optimizar el proceso de curado y obtener las mejores propiedades de protección y mecánicas del polvo aplicado.