Nicolás Appert, en Paris y a finales del siglo XVIII, descubre como conservar los alimentos. En 1795 pone en marcha su primer taller de fabricación de conservas. Comprueba que si se calientan, durante un cierto tiempo los alimentos a 100º C, en recipientes herméticamente cerrados, estos se pueden mantener en buenas condiciones indefinidamente. Previamente la comida se había cocinado en cazuelas abiertas, y después se procedía a introducirla en frascos de cristal, que eran a continuación sellados con corchos sujetos con alambre. Para ello utiliza botellas de cristal de boca ancha bien cerradas. Con el tiempo el procedimiento se mejoró, pero el fundamento estaba puesto.
Así la conserva nacía ligada a la industria del vidrio y de los tapones. Esta unión nunca desaparecerá, conociendo su máximo esplendor a partir de la segunda mitad del siglo XX, cuando se perfeccionó la forma de cerrar los frasco de vidrio de boca ancha, por medio de la “tapa blanca” – “White cap” – también conocida en el mercado como tapa tipo “Twist-off”.
DESARROLLO DE LA TAPA
Un mercado importante de la hojalata desde principios del pasado siglo, era la fabricación del tapón corona (las típicas “chapas” para botellas de cristal). Ya casi terminando el siglo XIX – en 1892 – William Painter lo patenta como cierre para botellas, y funda Crown Cork & Seal Company en Baltimore, sociedad que estaría llamada a ser líder mundial del sector al final del siguiente siglo. El tapón corona supone una primera solución para el envasado, combinando el vidrio con la hojalata.
En el año 1926, en Chicago (Illinois), bajo el nombre de White Cap Co. una nueva sociedad., profundizando en el concepto de tapas metálicas para envases de cristal, ideó una nueva generación de tapas para frascos de boca ancha. La tapa “White Cap “ hace referencia al apellido de sus inventores , los hermanos George , William y Philip White , no al color de la tapa .Principalmente idearon el sistema de atrapar vapor en el espacio de cabeza de un frasco al cerrarlo en una máquina y así generar vacío que permitiera el tratamiento térmico posterior. En invento quedó registrado bajo la marca “White Cap”.
La boca espaciosa del tarro facilitaba su utilización para productos pastosos y sólidos, como mermeladas y conservas vegetales. Así aparecieron en el mercado nuevos modelos de tapas hechas de hojalata, abarcando una gama muy amplia de diámetros. Estaban dotadas de 3 hasta 8 uñas, que permitían su fijación sobre los hilos de rosca de una boca especial con que se dotaba a los frascos de vidrio. Se trataba de las tapas tipo “twist off” que pronto se hicieron populares en Estados Unidos.
Una veintena de años antes, en 1904, Edwin Norton que había sido uno de los fundadores de la compañía American Can Co., dejó la misma y creó Continental Can Co. También en Chicago. Más tarde se fueron uniendo a esta una serie de sociedades del ramo. En poco tiempo llegó a ser la empresa más importante del sector, siguiendo una política de fuerte expansión, apoyada en la calidad y en nuevos desarrollos que se acentuó una vez superada la Segunda Guerra Mundial.
Como consecuencia de esta política, en 1957 Continental adquirió White Cap. Apoyándose en la red de socios y licenciatarios que Continental tenia a nivel mundial, se inicia un rápido desarrollo por distintos continentes especialmente por Europa. Así la tapas “twist-off” empezó a fabricarse en U.K. de la mano de Metal Box, en Alemania – Schmalbach Lubeca-, en Italia – Super Box-, Tomassen & Drijver en Holanda… y en España.
LLEGADA A ESPAÑA
En 1960 tres grandes empresas, Continental Can (EEUU), Carnaud (Francia) y Metal Box (UK) toman participación en una metalgrafica muy activa nacida poco antes en Andalucía (Linares 1952),de nombre Olmesa – OleoMetalgrafica del Sur SA –. Dicha entidad había sido creada por los empresarios agrarios Francisco Lubian y Alonso Torres, acogiéndose a las ayudas económicas del Plan Jaén, promovido por el gobierno de la Nación, para mejorar las condiciones sociales de esta provincia-. Originariamente su planteamiento era producir conservas de aceitunas, para lo cual decidieron fabricarse sus propios envases, pero posteriormente empezaron a vender las latas que producían con su capacidad sobrante, y viendo que había mas demanda en el mercado de envases que en el de la conserva de aceitunas, transformaron las instalaciones para dedicarse exclusivamente a la industria metalgrafica. Esta empresa inicia una rápida expansión en diferentes puntos de España, en Valencia monta una nueva sociedad Cidesa (Cuart de Poblet 1961) -, en La Rioja compra Metalgrafica Logroñesa(1920) en 1963 y Sevilla adquiere Unimasa (Dos Hermanas 1665) en 1968 . Toca todos los segmentos del mercado bajo el nombre Cía. Internacional de Envases.
Fue en la planta de Linares donde se empezó a fabricar por primera vez en España en el año 1961 la tapa “twist-off”. Materializó la primera licencia y apoyo tecnológico que prestó Continental Can a esta compañía. En este año, técnicos de la empresa se desplazaron un cierto tiempo a Chicago para recibir la formación adecuada.
Un promotor clave de este proyecto fue el ingeniero Tomas Somohano que había venido desde Méjico de una planta de Continental y que ocupó el cargo de Director Técnico de Olmesa-Cidesa. Desde el primer momento también participó en este plan, un joven técnico – Francisco Ascasibar – que con el tiempo se convertiría en el impulsor principal del negocio de este tipo de tapas en España y posteriormente en Europa siempre de la mano de esta compañía., dedicando la mayor parte de su vida al desarrollo y mejora de este producto.
PRIMERA INSTALACIÓN
La primera línea que empezó a operar en Linares, estaba formada con equipo específico diseñado y fabricado por Continental para este fin. Trabajaba a una velocidad aproximada de 400 tapas/minuto. Comprendía las siguientes maquinas:
– Scroll Cameron con una parafinadora incorporada, para la preparación de tiras de material a partir de paquetes de hojalata. Fue la primera cizalla con corte en zigzag que se implantó en España.
– Prensa automática Metal Box Cameron 314, preparada para trabajar con troquel de doble punzón. Troquelaba las conchas de las tapas. (Panel y falda).
– Rizadora Continental Can. F3AM de doble cabezal horizontal. Comenzaba el rizo del borde de la falda.
– Dos Formadoras de uñas y Aplicadoras de Compuesto Continental Can F1AM. Cada una de ellas recibía las tapas desde el cabezal correspondiente de la maquina F3AM y realizaban en ellas las siguientes operaciones:
o Acabado del rizo
o Formación de las uñas
o Aplicación de compuesto.
– Horno Metal Box para el secado y la polimerización del compuesto.
– Estación de empaque en cajas de cartón.
La instalación se completaba con unos medios muy completos para el control de la calidad.
TRASLADOS SUCESIVOS
En el año 1963, al poco tiempo inaugurarse la nueva fábrica de Valencia – Cidesa – la instalación de producción de estas tapas pasó a ella. El mercado respondía satisfactoriamente y nuevas líneas se fueron incorporando para aumentar la capacidad productiva y la gama de diámetros ofrecidos.
Como la diversidad de tapas era grande, desde el principio se complementaban los formatos fabricados en España con otros diámetros importados desde Inglaterra de Metal Box. Con el tiempo se cubrió toda la demanda con fabricación nacional.
La compra de Unimasa en Dos Hermanas (Sevilla), posibilitó acercar las instalaciones industriales al punto que en aquel momento representaba el mayor mercado – conservas de aceitunas –, por lo que se procedió a una nueva reimplantación de equipos en esta planta, en el año 1968. A partir de entonces, sin cambiar su posición geográfica, dicha fabrica se especializó en este tipo de fabricados, aumentando considerablemente sus instalaciones y teniéndolas siempre acondicionadas a la tecnología mas puntera del momento. Aunque su ubicación no cambiase, si lo hizo la razón social bajo la que estuvieron estas instalaciones. Así en 1970 Carnaud se hizo cargo de la sociedad. Mas tarde, en el año 1983 se produjo la fusión de Carnaud y Metal Box y finalmente en el 1996 la compra de la misma por parte de Crown Cork.
LA COMPETENCIA
Durante los primeros años “White Cap” esta sola en el mercado español, pero la buena marcha del negocio atrae pronto a la competencia.
En Cataluña, al final de los “sesenta”, Vem de Tapas Metálicas se desarrolla como el primer rival en la fabricación de cápsulas tipo “twist-off”, así como del equipo adecuado para su cierre sobre frascos de vidrio. Es una empresa de nueva creación, aunque como una rama de otra mucho antigua – Vitri Electro-Metalurgica-, dedicada a la fabricación de casquillos para bombillas. Vem tiene vocación internacional e inicia actividades en el extranjero que le llevaran hasta China.
Durante los años “setenta” y “ochenta”, el mercado sigue creciendo y desde Sevilla “White Cap” exporta una parte importante de su `producción a Francia, Norte de África y Portugal, todavía con una competencia moderada dentro del territorio nacional.
Poco a poco la tecnología va siendo conocida en el mercado, y también las licencias y patentes van caducando por cambios de propiedad de las empresas matrices y el paso del tiempo. Aparecen fabricantes de maquinaria, labor que antes solo estaba al alcance de los propios productores de tapas. Por ello desde finales de la década de los “ochenta”, la competencia tiene menos barreras para poner en el mercado productos parecidos.
De esta manera, además de Vem de Tapas Metalicas, se suman otros como Metalcaps, Bemasa, Mivisa, Tecnocap… de fabricación nacional y Schmalbach (Continental Europa) como importador importante.
Hoy día en España el sector es el característico de un producto maduro, donde se mueven fabricantes pequeños y medianos.
LA GLOBALIZACIÓN
La compra de Continental Can en 1984 por Peter Klewit, iba a suponer una revulsión de esta industria a escala internacional, ya que lo que compró como un ”todo”, lo fue vendiendo “troceado” por tipos de negocios. Estos negocios a su vez, iniciaron su propia andadura y generaron fusiones, adquisiciones y otras operaciones financieras que supuso un nuevo replanteo del sector hacia finales del siglo XX y principio del actual. Este es el caso de “White Cap”.
Seria complejo detallar todos los movimientos empresariales habidos, pero como comentario final, resumiendo podríamos decir que actualmente a nivel global existen varias sociedades occidentales grandes, todas ellas de alguna manera ligadas a los orígenes de “White Cap”, que se reparten la porción principal del mercado mundial. Citemos a :
– Crwon Cork. En Europa cuenta con las instalaciones aportadas con la compra de Carnaude-MetalBox, antiguas licenciatarias de White Cap, que ahora se mueven con su propia tecnología. Crown tiene en total 12 plantas dedicadas a la tapa “twists-off” ubicadas en Europa, America y Asia.
– Silgan White Cap. Heredera de la parte americana de la antigua “White Cap” y de la parte alemana a través de Continental Europa. Dispone de 16 fábricas repartidas por todo el mundo. Su producción supera los veinte mil millones de tapas. Recientemente ha comprado la española VEM. Paradojas de la vida, la competidora de White Cap en España ahora se incorpora a la heredera de esta sociedad, y por otro lado su primera licenciataria en España ahora es su competidora – Crown-.
– En extremo oriente Crina e India cada día están mas presentes como productores de este tipo de tapas y dejan sentir su peso en el mercado internacional.
como se creo