INTRODUCCIÓN
En la industria metalgrafica, la soldadura eléctrica es la técnica generalizada hoy día para la unión de la costura lateral de los cuerpos para envases tres piezas. Este sistema de unión lleva ya más de 40 años en uso y casi ha desterrado a los clásicos que dieron origen a la construcción de los botes, como fueron la unión engargolado – o agrafada – o solapada.
Los diferentes equipos que hay en el mercado para realizar esta soldadura, están ideados para emplear hojalata como material a unir. Los mismos son incapaces de funcionar con otro material, por ejemplo con TFS o con chapa negra. Una pregunta, que surge casi de inmediato, es ¿por que la hojalata sí vale y otros materiales no?
¿PORQUE LA HOJALATA ES EL MATERIAL IDÓNEO?
Los motivos, por los que el material idóneo para el funcionamiento de las soldadoras eléctricas tipo Soudronic, es la hojalata, se derivan de que este material usa estaño para proteger el acero. El estaño hace solo una labor de ayuda para facilitar esta unión, pero no se incorpora a la soldadura.
En un cuerpo de hojalata, no hay que olvidar, que en la soldadura eléctrica del mismo, las partes que se sueldan entre sí son acero con acero. Dentro de los diferentes tipos de aceros base empleados para fabricar la misma, el más usual es el MR por sus buenas propiedades anticorrosivas
La protección de estaño que cubre el acero, mejora las superficies en contacto a soldar, ya que al tratarse de un metal blando, inicialmente rellena las rugosidades al ser sometido a la presión que ejercen las roldadas de soldadura. Por consiguiente, baja la resistencia eléctrica en la zona de solapamiento, ya que es un buen conductor de la electricidad. Es decir el estaño hace inicialmente un efecto de junta dúctil entre las dos zonas a soldar de acero
Este estaño sometido a la acción del calor se funde mucho antes que el acero. El mismo funde a 232 Cº y el acero a 1375 Cº aproximadamente Una vez fundido, hay que expulsarlo de la zona a soldar, para que las dos partes de acero a unir queden íntimamente en contacto, y así conseguir una buena mezcla de los cristales en el punto de unión. La expulsión se consigue por la acción de la presión de soldadura que las roldadas ejercen.
La experiencia demuestra que hojalatas de elevado estañado presentan dificultad para expulsar correctamente la totalidad del estaño. Las de bajo recubrimiento dificultan la obtención de una buena superficie de contacto inicial. Por tanto ambos casos pueden ocasionar problemas. Un estañado intermedio es lo ideal.
¿PORQUE EL TFS NO ES ADECUADO?
El material TFS, protege el acero a base de una capa de cromo y oxido de cromo. Para conocer mejor las particularidades de este, se puede consultar el trabajo “TFS” publicado en la sección “Información técnica” de esta misma Web.
Las características de este metal son bastantes diferentes a las del estaño. Por un lado el cromo y el oxido de cromo no facilitan el paso de la corriente, ya que su conductibilidad eléctrica es un 20% menor que la del estaño. Además es un metal 5,7 veces más duro que el estaño y por tanto no es capaz de realizar el efecto de junta dúctil que este último hace.
Además su temperatura de fusión es bastante superior a la del acero (1875º C), por tanto no se funde con el paso de la corriente. Ello impide que las dos zonas de acero a unir mediante la soldadura entren directamente en contacto, y por lo tanto la soldadura no se produce.
Cuando se intenta soldar TSF lo único que se consigue es una serie de chispazos irregulares, que dañan las roldadas sin llegar a soldar. Todo ello explica la dificultad de utilizar material TFS.
La única manera de utilizar TFS, consiste en raspar previamente el cromo en las áreas a soldar. Continental Can Company desarrolló en EEUU una técnica para ello que se llamo “conoweld”. La misma se utilizó, inicialmente, para la producción de latas de bebidas de TFS. Para efectuar soldaduras satisfactorias con las primeras máquinas, se requería que la superficie del acero no tuviera revestimiento de cromo en un ancho de unos 2 mm. a cada lado de los bordes que formaban la costura. Para aplicarla Continental transformaba los “bodymakers” convencionales en soldadoras eléctricas, incorporando unos electrodos rotativos. Este sistema tuvo cierto éxito al principio, pero posteriormente cayó bastante su uso
El TFS por el contrario es un excelente material para envases, fondos o cápsulas obtenidas por embutición o troquelado.
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