La lata de aluminio viene ganando terreno en el sector de bebida, por ser 100% reciclable y práctica. Ya no son solo las bebidas gaseosas las que utilizan este tipo de envases sino que el formato Sleek ha destacado en crecimiento en un mercado que tuvo un crecimiento en 2020 de 48% con respecto a 2019. El agua no ha sido ajena a probar los envases de lata. Ahora el vino está experimentando un crecimiento en este tipo de envases, sobre todo en países como Argentina, Estados Unidos o Reino Unido.

La pandemia ha cambiado los hábitos de consumo, sobre todo entre los jóvenes. Según la empresa de análisis de mercado, Global Data, el vino enlatado es la próxima innovación que revolucionará el mercado, ya que prevalecen las tendencias de sostenibilidad, salud, bienestar y moderación.

“Su formato de empaque pequeño e irrompible lo hace fácilmente transportable, lo cual es perfecto para la creciente preferencia por el canal de comercio elec- trónico. Los millennials del Reino Unido están impulsando la demanda de comercio electrónico, con un 23% comprando más productos alcohólicos a través del canal en línea desde el brote de COVID-19”.

Según señala el medio KamCity, los productores de la categoría de bebidas alcohólicas se están volviendo cada vez más receptivos a las tendencias de envasado de los consumidores. Tal es el caso de la empresa británica Kiss Of Wine, la cual “se ha asociado con enólogos independientes de toda Europa para producir varias variedades de vino que se venden solo en formato de lata de metal, cada una con su propio esquema de color único. El producto está disponible a través de un paquete de suscripción, aprovechando la creciente preferencia por el comercio electrónico en medio de la pandemia de COVID-19”.

Según el analista de bebidas Holly Inglis, “para los conocedores de vinos, el vino en lata tiene connotaciones similares al que se vende en formato de caja, sin calidad. Por lo tanto, los productores de lanzamientos recientes han prestado especial atención a garantizar que los productos lleven etiquetas de ‘calidad’, ‘elegancia’ y ‘premium’, y algunos hacen un esfuerzo adicional al lanzar productos con atributos veganos, bajos en calorías y orgánicos”.

Según la investigación de GlobalData, en los últimos cinco años el mercado del vino del Reino Unido se ha expandido un 9,2% en términos de volumen y son los eventos al aire libre como festivales, regatas y carreras, los que parecieran ser los mejores escenarios para el vino en lata.

El caso de Argentina también es un ejemplo del crecimiento de esta categoría. Según datos del Instituto Nacional del Vino de ese país en 2020 se vendieron 83 millones de litros más que en 2019. Las exportaciones crecieron en un 26,7%, alcanzando el volumen más alto de los últimos 12 años.

En lo que respecta a Estados Unidos, ha sido una verdadera revolución. En menos de una década, las ventas de vino en latas aumentaron de 2 millones de dólares en 2012 a 183,6 millones durante el período interanual a julio de 2020.

Antes de la pandemia de la COVID-19, el vino en lata ya era un éxito en el país norteamericano. Si ya antes los estadios deportivos y conciertos eran los lugares donde se consumían principalmente, ya los restaurantes y bares han pasado a ser escenario para esta categoría, según ha destacado Wine Spectator. “Es el segmento de mercado de mayor crecimiento en los EE.UU, seduciendo a los consumidores por su accesibilidad y el estilo de vinos elaborados con un estilo fácil de beber. Además, al vino en lata le espera un éxito aún mayor”, auguran desde el medio.

Señala Wine Espectator que una de las grandes ventajas del vino enlatado es que permite competir con la cerveza, enlatando en diferentes tamaños lo que genera a las bodegas una reducción de costes, una apertura a nuevos mercados y la posibilidad de crear estrategias de precio-volumen para aumentar los beneficios. “Las ventajas de las latas son innumerables: el embalaje reciclable es resistente a la oxidación y a la luz, no hay riesgo de que se manche el corcho, es más fácil y ligero de transportar que el vidrio, no requiere un sacacorchos y cuesta menos producir y enviar”.