Para comprobar el sellado de un pouch, puedes seguir estos métodos:

  1. Inspección visual: Verifica si el sello es uniforme y continuo, sin arrugas, pliegues o deformaciones. Asegúrate de que el sello tenga un ancho adecuado, generalmente al menos 3 mm.
  2. Prueba de estanqueidad con agua: a. Llena un recipiente con agua suficiente para sumergir completamente el pouch. b. Aplica una presión interior en el pouch, puedes hacerlo presionando suavemente con las manos. c. Sumerge el pouch en el agua, asegurándote de que quede completamente cubierto. d. Mantén la presión en el pouch durante el tiempo determinado (generalmente alrededor de un minuto). e. Observa si hay burbujas saliendo del sello del pouch. Si no hay burbujas, esto indica que el sello está correctamente sellado y no hay fugas. En caso contrario, si ves burbujas saliendo del sello, esto indica que hay una fuga y el sello no está correctamente sellado.
  3. Prueba de penetración con tinte: Aplica un tinte en el área del sello y déjalo actuar durante un tiempo determinado. Luego, limpia el tinte y verifica si ha penetrado en el sello. Si el tinte no penetra, el sello está bien sellado.
  4. Prueba de resistencia del sello: Utiliza un dispositivo de prueba de resistencia del sello para medir la fuerza necesaria para abrir el sello. Si la resistencia es adecuada según las especificaciones del fabricante, el sello está correctamente sellado.

Es importante realizar estas pruebas de forma regular para asegurar la calidad y seguridad del producto envasado en el pouch.