Anualmente, cerca de 6 millones de toneladas de alimentos se desperdician en los hogares y empresas japonesas. Precisamente para contrarrestar este importante gasto, la industria alimentaria japonesa está llevando a cabo grandes esfuerzos para revertir este problema. No obstante, para prolongar la vida útil de dichos alimentos, hay que tener en cuenta otros aspectos significativos como es la de una población cada vez más envejecida por lo que hay que tener en cuenta otros aspectos añadidos como es un diseño de fácil apertura así como la seguridad alimentaria garantizada.

Uno de los diseños que cumplen con esta demanda es la de la japonesa Showa Aluminiun con su Almic-Can TM. Se trata de un innovador recipiente para alimentos moldeando a presión y que cuenta con una lámina de aluminio laminado y una lámina de resina. El aluminio proporciona propiedades de alta barrera, mientras que la lámina de resina, que consta de una capa de sellado y una capa de pelado, proporciona la propiedad de fácil pelado combinada con la alta decorabilidad y flexibilidad de moldeado del recipiente de resina.

 

El uso de papel de aluminio tanto en la tapa como en el recipiente evita la entrada de oxígeno, humedad y luz del exterior, evitando así la oxidación, el secado y la decoloración de los alimentos. Una vez que la lata está llena de comida, se puede esterilizar mediante calor y presión. Debido a que los alimentos en bolsas de autoclave se pueden esterilizar por calor mientras aún están sellados, se minimiza la pérdida de nutrientes solubles en agua o aquellos que se pueden oxidar fácilmente. El proceso de esterilización permite que los alimentos se distribuyan y almacenen a temperatura ambiente.

La hoja de resina consta de una capa de pelado y una capa de sellado. La capa despegable se puede despegar fácilmente de la capa de material base, estando la capa de sellado completamente soldada, lo que hace que el recipiente sea resistente a la presión interna, fácil de abrir y a prueba de fugas. La lata está diseñada para tener una resistencia de apertura estándar de 15 N, que se considera fácil de abrir para las personas, combinada con una alta resistencia de sellado de 50 kPa o superior. Esto permite que los niños y las personas mayores abran la lata de manera cómoda y fácil.