La sulfuración o las manchas negras en el interior de las latas pueden ser causadas por la descomposición de ciertas proteínas que liberan iones azufrados. Estos pueden reaccionar con los componentes metálicos del envase, como el hierro y el estaño, produciendo sulfuros de color oscuro. Este fenómeno puede ocurrir también debido al uso de ciertos aditivos azufrados en las primeras etapas del proceso de envasado para blanquear o conservar el producto, y que luego no se eliminan adecuadamente.
Es importante destacar que la aparición de estas manchas de sulfuración no representa un problema sanitario, ya que los sulfuros formados son totalmente inocuos. Sin embargo, pueden causar un problema comercial significativo, ya que afectan la presentación del producto, especialmente si este se encuentra con manchas oscuras.
En cuanto a la corrosión en las latas, esta puede ser menor en las latas menos atacadas y con pérdida de líquido. Las latas que conservan el líquido interior, así como la presión, no manifiestan signos de corrosión en el fondo de las latas. Sin embargo, en las latas más afectadas pueden existir varios puntos sospechosos de corrosión, que se pueden observar al inspeccionar el interior de la lata.
En cualquier caso, siempre es recomendable inspeccionar las latas antes de su uso y evitar las que presenten signos de daño o decoloración.