Una lata es un envase metálico diseñado para conservar y transportar líquidos y productos en conserva, destinados al consumo humano. Las latas pueden variar en tamaño, pero comúnmente para bebidas, oscilan entre 33 cl y 50 cl. En la actualidad, la mayoría de las latas están fabricadas de aluminio, aunque también pueden encontrarse latas de acero o hojalata.


El proceso de fabricación de una lata es complejo y requiere precisión en cada paso. Inicialmente, se parte de una bobina de metal que se hace pasar por una prensa, donde se obtienen discos que toman la forma de copas o platos cilíndricos. Estos discos se forman en latas mediante un proceso que incluye estirar el metal a través de una serie de anillos, alcanzando así el diámetro final y formando el fondo abovedado característico. Este proceso de estirado también crea un borde ondulado que posteriormente se recorta para darle a la lata la altura correcta.


Durante la formación de la lata, se utilizan aceites lubricantes para facilitar las operaciones y evitar daños en el metal. Una vez que se tiene la forma básica de la lata, se realiza una operación de conformación llamada formación del cuello, donde se aplican estrechamientos progresivos y se forman las pestañas. Para evitar arrugas durante este proceso, se aplica una película de parafina en la parte superior de la lata.


Las latas son sometidas a pruebas de calidad para asegurar que no presenten defectos como grietas o agujeros. Una vez aprobadas, se procede al llenado y al cierre hermético, donde el reborde superior se dobla alrededor de la tapa para sellar la lata.


En cuanto a las propiedades mecánicas, las latas están sujetas a esfuerzos de tensión, compresión y cortante. Estos esfuerzos pueden ser estudiados mediante la curva Esfuerzo-Deformación, que describe las propiedades mecánicas del material. Por ejemplo, las latas de refresco han sido sometidas a estudios de compresión para entender cómo se deforman y rompen bajo cargas específicas. Para estos estudios, se utilizan galgas extensométricas y equipos de medida para determinar las características del material, como el módulo de Young y el coeficiente de Poisson, que caracterizan el comportamiento elástico del material.


Las latas de refresco son un ejemplo de colaboración entre distintos sectores industriales y continúan evolucionando en cuanto a materiales y procesos de fabricación, mejorando su funcionalidad y eficiencia.