Una investigación de la Asociación Internacional del Aluminio ha revelado que las latas de aluminio son el envase con mayor capacidad para formar parte de una economía circular. Mientras el 70% del material empleado en dichas latas se recicla, los porcentajes para vidrio y plástico (PET) no alcanzan a superar el 40%, siendo menor que lo obtenido por las latas.

La comparativa señala además que con las latas de aluminio, una mayor proporción de botellas de vidrio y plástico acaban en vertederos al no recogerse. Además, las pérdidas en el sistema de reciclaje una vez recogidas son tres veces mayores para las botellas de plástico PET y de vidrio que para las latas de aluminio.

Precisamente, se trata del primer estudio completo sobre el reciclaje de envases de bebidas de un solo uso en cinco mercados clave. Brasil, China, Europa, Japón y Estados Unidos. El estudio observa las pérdidas por procesamiento al final de la vida útil de las latas de aluminio, las botellas de vidrio y de plástico (PET – tereftalato de polietileno), incluyendo la recogida, la clasificación, el reprocesamiento y procesamiento térmico, el reciclaje en circuito cerrado y el reciclaje en circuito abierto.

Por ejemplo, en Europa y Estados Unidos, alrededor del 70% de las latas de aluminio se reciclan, mientras que en China y Japón esta cifra está más cerca del 50%. Hay varias razones por las que las tasas de reciclaje varían entre los mercados. Un factor importante es la disponibilidad de infraestructura de recolección y clasificación. En Europa y los Estados Unidos, el aluminio tiene un alto valor de chatarra, lo que proporciona un incentivo para que las personas lo reciclen. En China y Japón, sin embargo, la chatarra de aluminio vale menos, lo que hace que el reciclaje sea menos atractivo.

Las latas de aluminio, botellas de vidrio y botellas de plástico (PET – tereftalato de polietileno) son los tipos más comunes de envases para bebidas. En términos de porcentaje de residuos reciclados, las latas de aluminio se reciclan a una tasa de alrededor del 50%, las botellas de vidrio se reciclan a una tasa de alrededor del 30% y las botellas de plástico se reciclan a una tasa de alrededor del 10%.

Ya en la década de 1950, Coors Brewing Company estaba buscando formas de mejorar el sabor de su cerveza y también encontrar un recipiente más sostenible que las latas de acero. Fueron los primeros en producir latas de aluminio en masa y este estudio muestra cómo sus objetivos ambientales de hace tantos años todavía se cumplen hoy en día.

Ramón Arratia de Ball Corporation señaló que “a pesar de que ningún envase de bebidas ha alcanzado completamente su potencial de circularidad todavía, el aluminio supera al vidrio y al plástico (PET) en todas las etapas del sistema de gestión de residuos. En la actualidad, las latas de aluminio son el envase de bebidas más reciclado globalmente. Una vez estas son recogidas, las latas de aluminio tienen una tasa de eficiencia inigualable del 90% en los procesos de clasificación, reprocesamiento y refundición, en comparación con el vidrio (67%) y el PET (66%). En base a esto, el aluminio puede ser descrito como el material para la economía circular. Esto es especialmente importante si tenemos en cuenta el potencial de reducción de carbono del reciclaje”.

Por su parte, Andrew Wood, Group Executive Strategy & Business Development de Alumina Limited destacó que «el número de latas de aluminio que se recoge al final de su vida útil es aproximadamente un 18% superior al de las botellas de PET y un 28% mayor al del vidrio. Una mayor proporción de PET y botellas de vidrio de un solo uso acaban en vertederos o en las vías fluviales porque no se recogen. En un mundo cada vez más descarbonizado, es probable que esto contribuya a aumentar la demanda tanto de aluminio reciclado como de aluminio primario».

Por último, Marlen Bertram, directora de Escenarios y Pronósticos del IAI, añadió que: “el aluminio es uno de los materiales más reciclables del planeta y, dado el beneficio económico y ambiental del metal en la economía mundial, el IAI está trabajando para garantizar que los productos al final de su vida útil vuelvan al ciclo de reciclaje del aluminio. Comparar las tasas de reciclaje de diferentes materiales no tiene sentido si no se sabe cómo se mide y en qué productos se recicla. Este estudio es el primero de carácter público que analiza por completo el alcance del reciclaje y las pérdidas de tres envases de bebidas en distintas regiones. Al aumentar la precisión para identificar dónde se producen las principales pérdidas, el estudio podría aportar soluciones para mejorar la tasa de reciclaje de todos los materiales. Definitivamente nos encontramos en una nueva era en la transparencia de la circularidad”.