El doble cierre es un proceso fundamental en la fabricación de envases metálicos, como latas de conservas y bebidas. Este proceso asegura que el contenido del envase esté bien sellado y protegido de factores externos, como la humedad y el aire, manteniendo así la calidad y la frescura del producto en su interior.

El doble cierre consiste en dos etapas principales:

  1. Primera operación: En esta etapa, se crea un gancho entre el cuerpo de la lata y la tapa. La tapa se coloca sobre el cuerpo de la lata, y una máquina cerradora enrolla el borde de la tapa alrededor del borde del cuerpo, formando un gancho inicial.
  2. Segunda operación: En esta etapa, los ganchos formados en la primera operación se comprimen y sellan juntos. La máquina cerradora utiliza rodillos de cierre para presionar y sellar los ganchos, creando así un cierre hermético que protege el contenido del envase.

    El control de calidad es esencial en el proceso de doble cierre, ya que un cierre defectuoso puede comprometer la integridad del envase y, en consecuencia, la calidad del producto en su interior. Por lo tanto, es importante llevar a cabo inspecciones regulares y utilizar herramientas adecuadas para garantizar un cierre hermético y de alta calidad.