Las arrugas en el doble cierre de una lata pueden indicar posibles problemas en la calidad del sellado y, en consecuencia, afectar la integridad del envase y la conservación del producto en su interior. Es importante identificar y analizar las arrugas para minimizar el riesgo de defectos en el cierre. Aquí te menciono algunos tipos de arrugas y sus riesgos asociados:

  1. Arruga aislada grande: Si hay una arruga grande y aislada en el gancho de fondo, esto puede indicar que el material no se ha recogido de manera uniforme durante el proceso de cierre. Esto puede comprometer la hermeticidad del cierre y aumentar el riesgo de contaminación del producto.
  2. Arruga en “V”: Las arrugas en forma de “V” presentan una inversión en onda. Las arrugas normales son ligeramente cóncavas, mientras que las invertidas en forma de “V” son convexas y, por lo tanto, en relieve sobre la superficie del gancho de fondo. Estas arrugas pueden debilitar el cierre y aumentar el riesgo de fugas.
  3. Pliegue: Un pliegue en el cierre supone un escalón en la cara del gancho de fondo, lo que puede aumentar el riesgo de microfugas y comprometer la hermeticidad del envase.

    Para controlar el riesgo de arrugas en el doble cierre, es importante llevar a cabo inspecciones visuales y utilizar herramientas de medición adecuadas. El porcentaje de arrugas se define como el porcentaje del tamaño de la arruga frente al tamaño total del gancho. Como máximo, se establece un porcentaje de arrugas aceptable del 30%.

    En resumen, para minimizar el riesgo asociado con las arrugas en el doble cierre, es fundamental llevar a cabo un control de calidad riguroso y ajustar los parámetros del proceso de cierre según sea necesario.