El cloruro, específicamente el cloruro de sodio (NaCl), puede tener un efecto corrosivo en los envases de hojalata (TFS, por sus siglas en inglés de Tin-Free Steel). La corrosión puede ser causada por la humedad y la presencia de cloruros en el ambiente o en el contenido del envase.
La corrosión puede debilitar el material del envase, lo que puede provocar fugas o la contaminación del producto envasado. Para minimizar el efecto corrosivo de los cloruros, se pueden tomar algunas medidas:
- Utilizar materiales de envasado con recubrimientos protectores adecuados que sean resistentes a la corrosión.
- Asegurarse de que los envases estén secos antes de su almacenamiento y transporte.
- Controlar las condiciones del agua utilizada en los procesos de esterilización y enfriamiento, y considerar el uso de aditivos que reduzcan la corrosión.
- Elegir materiales de embalaje secundario, como cajas de cartón, con bajo contenido de cloruros y sulfatos.
Tomar estas precauciones puede ayudar a proteger la integridad del envase TFS y garantizar la calidad y seguridad del producto envasado.