El manchado por sulfuro en las latas de conservas se produce debido a reacciones químicas entre los componentes metálicos del envase y los compuestos azufrados presentes en el alimento o en aditivos utilizados durante el proceso de producción.
Cuando los alimentos ricos en proteínas, como carnes, pescados, crustáceos, moluscos, leguminosas, maíz, productos aleáceos (ajo, cebolla) y crucíferas (coles, mostazas), se someten a calentamiento, sus proteínas pueden descomponerse y liberar iones azufrados. Estos iones pueden reaccionar con el hierro y el estaño en el envase, formando sulfuros de color oscuro que manchan la lata y, en algunos casos, el producto en sí.
Además, en algunas situaciones, la sulfuración puede ocurrir debido al uso de aditivos de compuestos azufrados en las primeras etapas del proceso para blanqueo o conservación, que no han sido eliminados adecuadamente del producto antes de envasarlo.
Aunque las manchas de sulfuro no representan un riesgo sanitario, ya que los sulfuros formados son inocuos, pueden afectar la presentación del producto y generar problemas comerciales.
Para evitar el manchado por sulfuro, se pueden utilizar barnices antiazufres que contienen óxido de zinc en suspensión. El óxido de zinc fija el sulfuro de hidrógeno y se transforma en sulfuro de zinc, que es incoloro e insoluble. Estos barnices no deben utilizarse con productos ácidos. También se pueden utilizar barnices sin óxido de zinc, pero que sean lo suficientemente impermeables para bloquear el paso del sulfuro de hidrógeno.