El peltre es una aleación de estaño con pequeñas cantidades de zinc, plomo, y antimonio, blando y de color blanco, con bastante similitud a la plata, poco reactivo y funde a 320 ºC, por lo que su uso para adornos es muy común. Entre sus múltiples ventajas, es duradero y maleable, y con el tiempo adquiere una interesante pátina que puede ser forjado de cualquier forma.
Además, como el estaño, tiene excelente resistencia a la corrosión, es suave y muy dúctil, por todo lo que se le considera un metal semiprecioso. Su aspecto es brillante, pulido y parecido a la plata, que al igual que este metal tiende a ennegrecerse por efecto de la oxidación si no recibe tratamiento químico.
Sus posibilidades son casi infinitas, desde vajillas, artículos de decoración, relojes… todos tienen en común un agradable acabado con la elegancia de la plata y las propiedades del acero inoxidable. Las piezas tradicionales se obtienen vertiendo aleación fundida en moldes. Después el peltre es trabajado a mano repujando su superficie. Suele aplicársele un tratamiento químico para darle un aspecto envejecido.
No es nada nuevo. El peltre ya era utilizado por los romanos en la construcción de acueductos, durante la Edad Media se empleaba para la fabricación de adornos y se usaba incluso en las iglesias más pobres como sustituto a la plata. Durante la Edad Media el peltre creció en popularidad, sustituyendo las vajillas de madera en las casas acomodadas. Igual sucedió en Estados Unidos durante los siglos XVIII y XIX en casas de clase media y alta.
No obstante, el plomo que estaba presente en ese tipo de peltre solía causar daño si era ingerido al filtrarse a la comida desde el contenedor, particularmente en los alimentos ácidos, situación que cambió con la nueva aleación de antimonio y cobre.
Otro empleo típico en siglos pasados fue para hacer juguetes. También es muy empleado en países productores de estaño con mano de obra barata como Indonesia e Iberoamérica, los artesanos que lo trabajan se denominan peltreros. Joseph Nicéphore Niépce empleó este material para tomar la primera fotografía. Hoy día, el peltre sigue siendo un producto que tiene un futuro asegurado en orfebrería y que ha vuelto a ponerse de moda en los últimos años con infinitas posibilidades.