Los fabricantes de alimentos enlatados franceses ya no pueden hacer frente a la inflación de los costos de sus materias primas y exigen una reacción inmediata de los distribuidores. Así lo ha manifestado ADEPALE, la Asociación de Empresas de Alimentos Procesados que aglutina a los productores de conservas, los congelados, las frutas y verduras deshidratadas, los productos delicatessen frescos, las verduras secas y el arroz de Francia.
Dicha asociación reúne a 400 fábricas, principalmente PYME y ETI, que representan 46.000 empleados y genera un volumen de negocio de 15.000 millones de euros. Precisamente alertan del espectacular aumento de los costes del acero, la hojalata y el aluminio a los que se suma además el de las materias primas agrícolas, la madera, el cartón, el plástico, el transporte y la energía. Además, añaden que estos metales, no sustituibles, son esenciales para los fabricantes de alimentos enlatados.
“Las empresas ha demostrado todas sus fortalezas en la conservación de alimentos; desempeñó un papel crucial en la alimentación de los franceses durante la crisis sanitaria. Hoy en día, la situación económica excepcional pone en peligro a las empresas de conservación para las que los envases representan hasta el 50% de los costes de producción”, añaden desde ADEPALE.
Alertan además de la delicada situación actual ya que este año, el acero europeo está alcanzando un nivel de precios histórico que se espera que experimente el crecimiento más significativo del siglo XXI. Con los inventarios en su punto más bajo y una disminución en las importaciones, el arancel de placas y otros productos planos hechos de aceros no aleados de calidad aumentó un 47,1% entre diciembre de 2020 y el 21 de junio.
Asimismo, señalan que la hojalata, ampliamente utilizada por los fabricantes de envases metálicos, aumentará en 2022 entre un 50 y un 95%. También el precio del aluminio ha subido un 24% en la Bolsa de Metales de Londres desde principios de año.
Christophe Bonduelle, presidente de FIAC señala además que: «con sus casi 50.000 empleos directos e indirectos, nuestras pymes y empresas de mediana capitalización son eslabones esenciales en la dinámica de los territorios. No pueden absorber por sí solos esta crisis sin precedentes, están en juego sus capacidades para invertir, innovar y emprender acciones en favor de la transición ecológica”.
Por eso desde dicha asociación piden que se adopten nuevas medidas ya que “las 120 empresas de la Federación de Industrias de Alimentos conservados (FIAC) no pueden, por sí solas, amortiguar estas tensiones que tienden a perpetuarse. Todos los agentes económicos, en primer lugar, los distribuidores, deben asumir su parte de responsabilidad y comprometerse a garantizar el futuro de todo el sector para poder ofrecer siempre a los franceses productos preparados de calidad procedentes de la agricultura y la pesca”.