El proceso de fabricación de latas para conservas de pescado incluye varias etapas clave:

  1. Fabricación de las Latas: Las latas se fabrican con hojalata o aluminio. Se forman los cuellos de las latas y se aplican recubrimientos interiores para proteger el contenido de la corrosión y preservar su calidad.
  2. Decoración: Las latas se decoran y barnizan, tanto por fuera como por dentro, para protegerlas y garantizar su movilidad en el proceso y en la línea de llenado. Después de la decoración, las latas se curan en hornos para secar y estabilizar la impresión.
  3. Llenado: Los productos como albóndigas o pasteles de pescado se colocan manualmente en los envases, que luego se llenan hasta el tope con salmuera o salsa.
  4. Sellado: Las latas se cierran herméticamente con tapas marcadas en clave para garantizar la trazabilidad del producto.
  5. Esterilización: Las latas cerradas se someten a un tratamiento térmico en autoclaves para lograr la esterilización completa. La temperatura y el tiempo de tratamiento dependen del tamaño del envase y de la naturaleza de la transferencia de calor al producto.
  6. Enfriamiento: Tras la esterilización, las latas se enfrían rápidamente para evitar la reactivación de esporas de microorganismos termófilos.
  7. Almacenamiento: Las latas se almacenan en lugares frescos, secos, y libres de animales y roedores, protegidas del calor y de la luz para preservar la calidad del producto.

Es importante destacar que durante todo el proceso es esencial seguir buenas prácticas de manufactura y mantener una capacitación constante de los trabajadores en estas prácticas para asegurar la inocuidad y calidad del producto final. Además, se recomienda al consumidor verificar la fecha de producción, fecha de vencimiento y la habilitación sanitaria antes del consumo. Las conservas de pescado proporcionan un alto valor nutricional, incluyendo proteínas y ácidos grasos esenciales como omega-3, EPA y DHA.

La precocción del pescado antes de ser enlatado puede variar dependiendo del tipo de producto y del proceso específico que se esté utilizando. En algunos casos, el pescado se somete a un proceso de precocción con vapor, mientras que en otros se puede utilizar un proceso de secado en lugar de cocer al vapor, especialmente si se quiere preservar ciertas cualidades del pescado como su textura suave y delicada.

Por ejemplo, en la precocción ordinaria con vapor se pueden perder sustancias que el pescado debe conservar para mantener una textura adecuada. También se sugiere que para ciertos tipos de pescado, como aquellos con una estructura muscular más fibrosa, se debería evitar la pérdida de grasas y proteínas solubles que suavizan el producto, lo cual podría implicar la utilización de métodos de secado en lugar de cocer al vapor.

En resumen, aunque el vapor es un método común de precocción en la industria conservera, no es el único método y su uso puede depender de las características específicas del pescado y del resultado deseado en el producto final.