Una reciente encuesta encargada por el Can Manufacturers Institute (CMI) revela que los consumidores estadounidenses están cada vez más preocupados por el aumento de los precios de los alimentos, atribuido en parte a los aranceles sobre el acero estañado, utilizado en la fabricación de latas.

El estudio, realizado por RealClear Opinion Research, indica que el 87% de los votantes consideran elevado el costo de los alimentos, y un 50% lo califica de muy alto o extremo. La preocupación se extiende a padres de familia, de los cuales casi tres de cada cuatro reportan un incremento en su factura de alimentos durante los últimos tres meses.

Los aranceles sobre materiales como el acero estañado, que representa menos del 1% de la producción mundial de acero y cuya mayoría es importada, son señalados por los encuestados como un factor que eleva los precios de los productos enlatados. Entre los votantes de Trump, el 70% coincide en que los aranceles encarecen los alimentos.

La encuesta también revela un amplio apoyo a la exención de aranceles sobre el acero estañado, con un 72% de los encuestados a favor, incluyendo el 71% de los votantes de Trump. Scott Breen, presidente del CMI, subraya que esta medida ayudaría a reducir los costos de los alimentos, limitar la dependencia de importaciones y proteger empleos en la industria nacional de fabricación de latas.

El estudio pone de relieve la conexión directa entre políticas arancelarias y el gasto cotidiano de las familias, así como el respaldo ciudadano a medidas que mitiguen su impacto económico.