El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado un incremento en los aranceles al acero y al aluminio, que pasarán del 25% al 50%. La medida, según explicó, busca reforzar la protección a la industria siderúrgica nacional y se implementará a partir de la próxima semana.

El anuncio se realizó durante una visita a una planta de la empresa United States Steel Corp, donde Trump destacó la necesidad de fortalecer el empleo en el sector. Sin embargo, no especificó si el aumento también se aplicará a México y Canadá, países socios en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que ya enfrentan los aranceles actuales.

Esta decisión amplía la política arancelaria iniciada por el mandatario en febrero, cuando prometió imponer un gravamen del 25% sobre el acero, el aluminio y sus productos derivados, sin contemplar excepciones. Las tarifas entraron en vigor en marzo, eliminando exenciones previas y extendiéndose a bienes como latas vacías de aluminio y cerveza enlatada.

Trump se ha amparado en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que le permite imponer restricciones comerciales por razones de seguridad nacional. Aunque inicialmente México y Canadá quedaron excluidos, ambos países fueron posteriormente incluidos en la aplicación de estas tarifas.

Desde su campaña presidencial, el equipo de Trump ha sostenido que parte del acero chino ingresa a Estados Unidos a través de terceros países como México, lo que justificaría la aplicación de medidas más estrictas.

Cabe señalar que, si bien estas decisiones han sido objeto de litigios en tribunales estadounidenses, los aranceles al acero y al aluminio en sí no forman parte directa de las disputas legales actualmente en curso.