Las huellas de soldadura se refieren a las marcas o impresiones que quedan en el material después de realizar el proceso de soldadura.
Estas huellas son típicamente una serie de puntos o «nudos» que son visibles en la superficie a lo largo de la costura de soldadura. La calidad de estas huellas puede ser evaluada visualmente para determinar aspectos como la suavidad, la cuadratura y la regularidad, los cuales son indicativos de la calidad de la soldadura.
Por ejemplo, una buena soldadura tendrá nudos que son cuadrados y planos respecto al corte, con pequeñas colas en cada extremo, y una extrusión mínima en el corte. La regularidad en el espacio entre los nudos también es importante para asegurar una soldadura consistente y fuerte.