La nueva responsable de la ALB enfrenta el reto de conseguir matrícula de honor en la circularidad y neutralidad de emisiones para 2025. Los aliados en este proceso son la innovación y la colaboración e intercambio con todos los agentes implicados, tanto fabricantes como medioambientales. Paniagua se siente satisfecha con los datos de reciclaje del 70% de las latas de bebidas en nuestro país, así como con la incorporación del agua mineral o el vino al mundo de la lata. Sobre el sistema reciclaje inverso que se realiza en otros lugares considera que este es muy complejo y requiere unos hábitos específicos de cada país.
¿Cómo se enfrenta al reto de ser la nueva directora de la Asociación de Latas de Bebidas?
Con muchísima ilusión y con muchas ganas de poder ofrecer una nueva visión al sector de un envase que se encuentra en una posición privilegiada desde el punto de vista de la sostenibilidad. Ello conlleva que se trate de un reto apasionante, y a la vez muy complejo, en el que la innovación deberá jugar un papel fundamental durante los próximos años para conseguir las mejoras necesarias que permitan poder afrontar los nuevos retos normativos y conseguir “poner matrícula de honor a la circularidad” de este envase.
Usted procede de las ciencias ambientales, es una experta en economía circular ¿Ha llegado ya el momento de la concienciación global por parte de todos los agentes implicados?
Sin duda. La economía circular siempre necesita de una concienciación global, tanto si se aborda a gran escala como si se aborda a nivel local. Creo que es primordial que todos los agentes implicados en la cadena de valor colaboremos para conseguir optimizar todas sus fases y eslabones y continuar mejorando los procesos desde el punto de vista de su eficiencia tanto medioambiental como económica.
¿Cuál cree que es el principal inconveniente o escollo que tienen las latas de bebidas en España?
Creo que es necesario que los consumidores nos impliquemos todavía más en su correcta separación a la hora de depositar este envase en el contenedor amarillo y también que realicemos un consumo más responsable a la hora de desecharlo, de todos es sabido el problema existente con el “littering” o “basuraleza” que afecta de manera general a todo tipo de materiales y envases. En ambas cuestiones, pero muy especialmente en la correcta separación, los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP) deberán actuar de un modo rápido y contundente a la vista del marco normativo actual.
¿Por qué cree que no hay en España las máquinas inversas para promover el reciclado? ¿Es tan difícil instalar en este país un método tan sencillo y positivo para animar a que todo el mundo recicle?
Lejos de la sencillez, este tipo de sistemas llevan implícito una elevada complejidad de implementación logística en la que el tipo de hábitos de consumo y estructura de tipos de comercio en cada país afecta enormemente tanto en su balance económico como medioambiental. En este sentido, tal y como se vislumbra el horizonte normativo europeo más cercano, con la publicación del nuevo reglamento de envases y residuos de envases, así como las exigencias de nuestro marco normativo legal actual en esta materia, será crucial que tanto las administraciones públicas como el sector privado del envasado y la distribución se coordinen en el corto plazo. Esto resulta aún más acuciante teniendo en cuenta los inmediatos objetivos de recogida separada exigidos en nuestra propia legislación en materia de residuos y residuos de envases para ciertos productos de plástico (botellas de bebidas de hasta 3 litros de capacidad).
¿Cómo ha evolucionado el uso de latas de bebidas en los últimos años en nuestro país? ¿Qué producto sigue siendo el mayoritario en la bebida enlatada? ¿La cerveza?
Efectivamente, en 2023 la cerveza supuso el 53% de las bebidas enlatadas. No obstante, tras el efecto pandemia, durante el cual los consumidores comprábamos más cerveza en lata para consumir en casa llegando a suponer el 61% en 2020, poco a poco los refrescos han vuelto a coger cuota en este tipo de envase superando ya el 46% que suponían en prepandemia. En este sentido, no solamente los refrescos sin azúcar y las bebidas energéticas están contribuyendo a este crecimiento, sino también otras bebidas, como son los zumos de frutas y las aguas que están apostando fuertemente por nuestro envase.
Hay algunas bebidas que aún cuesta ver enlatadas en nuestro país, tales como el agua o el vino y en algunos casos, como el vino, suele ser para exportación ¿A qué cree que se debe esa condición?
Al hilo de lo comentado antes, actualmente se envasa en torno a un 66% más de agua en lata que hace 5 años. Este dato muestra una tendencia, que creemos continuará en los próximos años, porque el aluminio es un material que permite un enfriamiento rápido y que además ofrece al consumidor disfrutar de una experiencia única durante el consumo de esta bebida tanto sin gas como con gas. Ambos requisitos no solamente son esenciales en los refrescos sino también en las aguas y, especialmente, en climas como el de nuestro país.
En el caso del vino, creemos que las nuevas generaciones jugarán un papel fundamental en el consumo de este tipo de producto en lata dado que este envase está creciendo junto a ellos mediante el consumo de bebidas en diseños modernos y vanguardistas con los que se sienten cómplices y muy identificados. Digamos que para nosotros es algo “demasiado disruptivo” pero para ellos podrá llegar a ser algo “normal”. En todo caso, actualmente ya hay experiencias exitosas de bodegas que están envasando vino, no solamente en España sino también en países como Portugal e Italia.
¿Dado que el aluminio es más fácilmente reciclable que el plástico no cree que sería más positivo lanzar una campaña a los envasadores de agua mineral que se pasasen a este material? ¿Ve factible este cambio? ¿Cuál es el principal escollo que encuentra en su camino para esta transformación que sería más beneficiosa para el medioambiente?
Cada material y cada tipo de envase tienen unas características y unas propiedades que los hacen idóneos para su aplicación considerando su funcionalidad, caso de uso y desempeño medioambiental. En este sentido, como explicaba antes, creemos que las aguas tienen una excelente oportunidad de envasado en el aluminio para determinados casos de uso en el que la funcionalidad del envase y su ciclo de vida pueden competir muy ventajosamente frente a otro tipo de materiales y envases.
¿Qué iniciativas está promoviendo la Asociación para aumentar las tasas de reciclaje de latas? ¿Cómo está funcionando la iniciativa global “Cada lata cuenta” en nuestro país? ¿Hay cifras de los últimos ejercicios?
Trabajamos codo con codo con los principales agentes de la cadena de valor del aluminio, envasado y distribución. Asociaciones como AME, ARPAL, Cerveceros de España, ANFABRA, ASEDAS o ACES, entre otras, forman parte de nuestro ecosistema habitual de trabajo y colaboración diarios para este cometido. Adicionalmente, llevamos a cabo colaboraciones con SCRAPs como Ecoembes o ProCircular para coordinar con ellos acciones técnicas y de comunicación conjuntas que permitan aumentar las tasas de reciclado.
Nuestra plataforma de educación ambiental “Cada Lata Cuenta” (CLC) está funcionando extraordinariamente bien, no solamente en España sino en toda Europa, dado que se trata de una iniciativa que partió inicialmente desde la asociación Metal Packaging Europe (MPE) y en la que todas las asociaciones nacionales de latas de bebidas participamos activamente. Se trata de un recurso que permite promover en eventos, o zonas concurridas como playas, la concienciación sobre la necesidad de separar y depositar las latas en el contenedor amarillo cuando nos encontramos fuera del hogar.
En definitiva, todos estos esfuerzos se han visto reflejados en una mejora constante de la tasa de reciclado habiendo superado el 70% en el 2023.
¿Qué programas educativos o de concienciación están implementando para informar al público sobre la importancia del reciclaje de latas de bebidas?
La ALB desarrolla anualmente un programa de trabajo en Comunicación y RRSS que nos permiten definir acciones concretas a llevar a cabo corporativamente, así como desde nuestra iniciativa de CLC o, como explicaba anteriormente, en coordinación con otras entidades. Adicionalmente, somos miembros y colaboradores de la Asociación Paisaje Limpio donde impulsamos acciones contra el vertido incontrolado de residuos, basadas en la información y formación para promover una cultura cívica.
¿Cómo colabora la Asociación con otros sectores industriales y organizaciones para promover prácticas sostenibles?
Llevamos a cabo acuerdos de colaboración con las asociaciones de envasadores. Este año, por ejemplo, está previsto comenzar una línea de trabajo específica en esta materia en colaboración con ANFABRA. Adicionalmente, somos colaboradores y miembros del Comité Organizador de HISPACK donde, concretamente en 2024, se ha conseguido un porcentaje de cobertura de mercado en el sector de bebidas del 60%.
La ALB también colabora activamente con la Fundación CONAMA siendo miembro de los diferentes comités técnicos de trabajo, organizados para la preparación previa del Congreso Nacional de Medio Ambiente que se celebra cada dos años, y que destacan por su intersectorialidad, primando el diálogo entre sus participantes.
¿Cuáles son las perspectivas futuras de la Asociación en términos de innovación y sostenibilidad en el sector de las latas de bebidas?
Desde la ALB continuaremos promoviendo la mejora de la tasa de reciclado de las latas de bebidas con el objetivo de llegar al 90% en 2030. Para ello, las políticas de círculo cerrado para la descarbonización de la cadena de valor jugarán un papel fundamental. Nuestro sector tiene el objetivo de alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050 y para ello la innovación jugará un papel crucial dado que, como explicaba anteriormente, las mejoras que nos quedan por hacer en este envase ya son para matrícula de honor.
En este sentido, vuelvo a insistir en que la innovación deberá estar muy presente en nuestro trabajo diario y para ello, no solamente seguiremos colaborando con Plataformas Tecnológicas como PACKNET sino también con Centros Tecnológicos como el CENIM (Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas) o el IAI (International Aluminium Institute).
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