Cada año se genera en el mundo millones de toneladas de residuos. Los embalajes y productos de usar y tirar son algunos de ellos, y por eso la sociedad reclama concienciación y una acción inmediata por parte de las empresas responsables en producir tantos desechos. Precisamente, casi la totalidad de los consumidores europeos consideran que los gobiernos (96%), junto con minoristas y marcas (96%), deberían hacer algo más en favor del medio ambiente.
El instituto de investigación de opinión YouGov, junto con la plataforma white-sheet-comes-meathera acaban de realizar un estudio de opinión sobre la hojalata a fin de conocer con qué frecuencia los ciudadanos alemanes cocinan con alimentos enlatados, qué importancia les dan a los envases de alimentos y cómo se sienten acerca de las propiedades ambientales y la reciclabilidad del envase.
La encuesta realizada en el pasado mes de diciembre con una muestra de más de 2.000 encuestados de todas partes de Alemania reveló que el 44 por ciento de los encuestados consumen alimentos enlatados varias veces al mes. El informe revela que, si hay menores residiendo en el hogar, la proporción aumenta al 46 por ciento. En familias numerosas con cuatro o más hijos, hasta un 23 por ciento prepara su comida todos los días con productos de envases de hojalata.
Dicho estudio revela además en relación con los envases de alimentos que el 93% de los alemanes considera que la vida útil de los alimentos es extremadamente importante y también valoran la facilidad de manejo (89 %) y las buenas propiedades medioambientales del envase (86 %) y su reciclabilidad (89%). Asimismo, los consumidores le dan una gran importancia al manejo práctico y al respeto por el medio ambiente al mismo tiempo. Por contra, solo el 38% considera importante la apariencia o la creatividad del empaque.
Otra de las cuestiones a destacar es la alta conciencia ambiental de los encuestados que revela que la mayoría estaría dispuesta a pagar más por un empaque de alimentos más sostenible. El 15 por ciento de los encuestados aceptaría un recargo de hasta 2 céntimos, el 19 por ciento pagaría hasta 5 céntimos más y el 16 por ciento incluso gastaría hasta 10 céntimos más si el embalaje de un producto tuviera un menor impacto en el medio ambiente. El estudio revela además que los jóvenes de entre 18 y 29 años están mucho más dispuestos a gastar más dinero en envases más sostenibles, aunque por lo general tienen menos ingresos.
En cuanto al tipo de envase que prefieren los encuestados para los alimentos de larga duración, el vidrio (56 %) y la hojalata (11 %) son los que más mencionan. En realidad, vidrio y hojalata en muchas ocasiones van juntos. Buena parte de los frascos están sellados con tapas de hojalata, sin embargo, la hojalata tiene una ventaja decisiva sobre el vidrio ya que muchas vitaminas sensibles a la luz se conservan durante mucho más tiempo.
El estudio constata por último una fuerte tendencia hacia una mayor conciencia ambiental entre la población alemana, aunque todavía algunos consumidores juzgan mal la sostenibilidad de algunos materiales de embalaje como es ocurre con la hojalata. Sin embargo, las latas recicladas y otros desechos de acero se pueden recoger por tipo y devolver al ciclo sin ninguna dificultad debido a sus propiedades magnéticas, la calidad del material se mantiene intacta incluso después de haberlo reutilizado varias veces.