Los aranceles del 25% al aluminio anunciados por Donald Trump han generado preocupación en la industria de bebidas, pero su impacto en los precios al consumidor será mínimo.

El CEO de Coca-Cola, James Quincey, señaló que la compañía podría reducir el uso de aluminio y priorizar otros materiales, como botellas de plástico, para mantener costos accesibles. Además, según el economista Adam S. Hersh, las empresas tienen margen suficiente para absorber el ligero incremento en costos de producción.

En 2023, Coca-Cola envasó casi el 50% de sus productos en plástico, el 25% en aluminio y el resto en vidrio u otros envases. Keurig Dr Pepper utilizó 27% plástico, 13% aluminio y 8% vidrio.

Quincey minimizó el impacto de los aranceles, afirmando que no alterarán significativamente la industria de bebidas en EE. UU. Por su parte, Hersh explicó que el costo de producir una lata aumentaría solo un centavo, lo que apenas afectaría el precio final.

Los embotelladores, responsables de adquirir el aluminio y definir la estrategia de envasado, tienen la flexibilidad de ajustar sus líneas de producción entre latas y botellas según convenga, señaló el analista Filippo Falorni.