Las latas de bebidas metálicas han experimentado un crecimiento notable en el sector del envasado de bebidas, siendo reconocidas por su practicidad, sostenibilidad y atractivo premium. Este éxito plantea la pregunta de si las botellas de aluminio podrían aprovechar esta tendencia y ayudar a expandir el envasado metálico a otras ocasiones de consumo, menos adecuadas para las latas.

Las latas de bebidas siguen siendo muy populares, con un aumento constante en las ventas de 2018 a 2023. Este crecimiento se aceleró durante la pandemia y ha seguido beneficiándose de las tendencias de consumo en el hogar, además de captar una mayor participación del mercado frente a las botellas de vidrio, especialmente en bebidas alcohólicas.

A pesar de que la cerveza y los refrescos dominan los volúmenes, las latas también se han asociado con categorías de rápido crecimiento, como las bebidas alcohólicas listas para beber (RTD), lo que ha consolidado su imagen como una opción moderna y atractiva. Además, la reciclabilidad ha sido destacada como una característica clave de los envases sostenibles, siendo valorada por un alto porcentaje de los consumidores.

Las latas de aluminio son populares por su portabilidad y conveniencia, especialmente para porciones individuales, además de su bajo peso y capacidad de reciclaje infinito. Sin embargo, la tasa de reciclaje varía significativamente entre países, con algunos mercados, como Estados Unidos, reciclando menos de la mitad de las latas utilizadas.

En los últimos años, el interés por las botellas de aluminio ha ido en aumento, especialmente en categorías como el agua y el vino enlatado, aunque todavía desde una base baja. Las botellas de aluminio ofrecen ventajas como cierres fácilmente resellables, lo que las hace más adecuadas para bebidas que no se consumen de inmediato, como el agua.

Aunque las botellas metálicas han sido el segundo tipo de envase de mayor crecimiento entre 2018 y 2023, con un aumento anual compuesto del 12%, aún enfrentan retos, como su precio premium frente al PET, lo que dificulta su aceptación, especialmente en un contexto económico incierto.

En el ámbito de las bebidas, marcas como Diageo y Rémy Cointreau están experimentando con botellas de aluminio para licores y cócteles listos para beber, lo que refleja un interés creciente en explorar nuevos tipos de envase, especialmente en bebidas innovadoras. En las categorías más tradicionales, como el vino y los licores, la reducción de la huella de carbono está impulsando el uso de envases más ligeros y materiales alternativos, con las botellas de aluminio como una opción prometedora.

La transición hacia el uso de botellas de aluminio requerirá una comunicación clara y convincente sobre su sostenibilidad para superar las preocupaciones sobre la percepción del consumidor. Aunque actualmente las botellas de aluminio representan solo alrededor del 1% del mercado global de bebidas, la diversificación de envases seguirá creciendo a medida que las marcas busquen maneras de reducir su impacto ambiental y diferenciarse en el mercado.

Este proceso de diversificación está en sus primeras etapas, pero las botellas de aluminio cuentan con una base sólida para enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades que se presenten.