La histórica máquina embotadora JK Somme, que marcó el inicio de la industria conservera moderna en el Bierzo, ha sido cedida por los hijos de Santos Martínez y Carolina Rollón a la empresa De lo Nuestro Artesano, en Carracedelo (León) donde ya forma parte de su exposición. Este aparato pionero permitió mecanizar el cierre de latas, revolucionando un negocio familiar que comenzó de forma totalmente manual en 1958 en los bajos de la vivienda de los Martínez Rollón, en Ponferrada.

El matrimonio comenzó embotando principalmente pimientos, además de salsa de tomate, dulce de membrillo, pavías y peras carujas, alcanzando pronto una producción de 30.000 botes al año. Ante la creciente demanda, Santos Martínez, ajustador mecánico de la Minero Siderúrgica de Ponferrada, diseñó un sistema eléctrico basado en un motor de lavadora y poleas, incorporando un ventilador para evitar el sobrecalentamiento. Este invento permitió automatizar un proceso que antes era lento y manual.

Durante la década de 1960, el negocio familiar llegó a cerrar hasta 45.000 envases al año entre septiembre y mediados de noviembre. La actividad, que se trasladó más tarde a la avenida de Compostilla, proporcionaba ingresos muy superiores al salario de Santos en la MSP, convirtiéndose en un sustento clave para la familia y permitiendo la educación de sus hijos.

Raúl Valcarce, propietario de De lo Nuestro Artesano, destaca que la máquina no solo representó un avance tecnológico, sino también un ejemplo de economía sostenible, ya que podía cerrar latas nuevas y reutilizadas, un modelo replicado posteriormente por otros emprendedores del Bierzo.