La escasez de envases metálicos de aluminio está originando ya muchos quebraderos de cabeza a nivel mundial a decenas de empresas. Ahora le ha tocado el turno al embotellado británico y continental que se ha convertido en el último negocio afectado por la crisis de la cadena de suministro.
Coca-Cola Europacific Partners (CCEP), responsable de la fabricación, el transporte y la venta de productos como Fanta y Sprite en 29 países de Europa y Asia, ha señalado que se enfrenta a una serie de desafíos logísticos.
Algunos consumidores han mostrado sus malestar en redes sociales ante la falta de disponibilidad de Diet Coke y Coca-Cola Zero en las últimas semanas en algunos establecimientos. Nick Jahangiani, director financiero de CCEP, ha afirmado que la compañía había tenido problemas con la disponibilidad de conductores de camiones pesados, pero se había estado concentrando en administrar la cadena de suministro durante la pandemia para garantizar que pudiera mantener las entregas a los clientes. “La escasez de latas de aluminio es ahora uno de los principales problemas para nosotros en este momento, pero estamos trabajando con los clientes para gestionar esto con éxito”, añade.
Pese a la actual situación, Coca-Cola European Partners ha ganado 246 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone un 95% más si se compara con el mismo periodo de 2020. La embotelladora de Coca-Cola ha informado que, en términos comparables, el beneficio neto se ha elevado un 93% entre los meses de enero y junio, hasta alcanzar los 500 millones de euros, mientras los ingresos contables se han incrementado hasta los 5.918 millones de euros, un 22% superior a los logrados en el mismo periodo de 2020.