En 2021, la crisis pasó factura a miles de empresas de todo el mundo. La empresa conservera Calvo quien acaba de publicar resultados también ha registrado un ligero revés en su balance de cuentas con resultados menos positivos de lo esperado correspondientes el pasado año lo que se traduce en una facturación que alcanzó los 55 millones de euros y un descenso del 4% y  una reducción en su cifra de negocio del 1%.

Tras dar a conocer sus últimos datos, la conservera ha calificado este ejercicio de «complicado» motivado en parte por el incremento de los costes de las materias primas así como la depreciación del real brasileño. Pese al marcado por ese encarecimiento de las materias primas, «especialmente en el último trimestre, la compañía aprovechó la solidez de su modelo y las mejoras logradas en la eficiencia de sus operaciones y procesos para controlar sus costes, elevar su capacidad de generar ingresos recurrentes y mantener la rentabilidad del negocio».

El consejero delegado de la firma, Mané Calvo, destaca la senda de crecimiento sostenible y rentable que el grupo mantiene desde hace años. Calvo recalca que “se debe a una intensa labor de transformación industrial para hacer la operativa más flexible, eficiente y sostenible y a la apuesta por la innovación».

Pero no todo son malas noticias. El pasado año, el grupo español comercializó en todo el mundo más de 99.394 toneladas de producto terminado y Brasil siguió siendo su principal mercado en volumen seguido de España e Italia. Este año la compañía ha seguido sumando nuevos retos consiguiendo desembarcar por primera vez en México a través de la comercialización de productos.