El miércoles pasado entró en vigor en Argentina, al igual que en el resto del mundo, el arancel del 25% que el gobierno de Donald Trump impuso a las importaciones de acero y aluminio hacia Estados Unidos.
Cuando se le preguntó al presidente de EE. UU. sobre la posibilidad de excepciones, como las que se dieron en 2018 ante una medida similar, y se mencionó el caso de Argentina, Trump respondió que no habría ninguna excepción y que Estados Unidos aún enfrentaba un “pequeño déficit” en el comercio bilateral con el país sudamericano.
Sin embargo, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Argentina registró un pequeño superávit de USD 229 millones en su intercambio comercial con EE. UU. en 2024. Esto contrasta con los 16 años previos, en los que siempre hubo un saldo favorable para EE. UU. Entre 2008 y 2023, Argentina acumuló un déficit de USD 46.437 millones en el comercio de bienes con Estados Unidos.
Lo más sorprendente es que, según informó recientemente la Representación Comercial de EE. UU. (USTR, por sus siglas en inglés), Estados Unidos no tuvo un “pequeño déficit” con Argentina, sino un superávit de USD 2.100 millones en 2024, lo que contradice las declaraciones de Trump.