El mundo está en constante carrera para evitar un colapso ambiental. La necesidad de reducir la contaminación de nuestro planeta ha hecho que se disparen leyes para que las empresas se suban rápidamente en este tren (de alta velocidad). Y el plástico es uno de los más señalados, debido a lo difícil que resulta ser reciclado. Esto ha hecho que los fabricantes de productos cuyos envases son de plástico se apuren en buscar un reemplazo sostenible, lo que, además, traerá inevitablemente una renovación en los empaques y una tendencia que hoy se nombra mucho: el ecodiseño. Una opción es el aluminio. Y el aluminio, no solo es infinitamente reciclable, sino que además se sabe de sus propiedades para conservar los alimentos.
Ya hace un par de años, las multinacionales del agua embotellada, por ejemplo, están intensificando las pruebas con latas de aluminio fácilmente reciclables. De hecho, no solo el agua sino otras bebidas están migrando partes de sus líneas hacia las latas de aluminio. Pero en esta carrera, no se trata solo de emigrar hacia un material infinitamente reciclable, sino que hay que tratar de disminuir las emisiones de carbono en este proceso (no aumentarlo).
Hace unos años, justamente Reuters mencionó en un artículo que, al aumentar el reciclaje a través de las latas, las empresas podrían estar socavando sus esfuerzos por reducir la huella de dióxido de carbono,” lo que ilustra el difícil trabajo de malabarismo al que pueden enfrentarse para contentar a inversores, activistas y los consumidores conscientes del medio ambiente”.
Y es que hay una fuerte presión. En España, 8 de cada 10 consumidores quieren comprar productos que hagan uso del menor número de envases de plásticos posible, según un estudio realizado el pasado año por una consultora de investigación de merca- do (Ipsos): “Un mundo de usar y tirar”. Estudio realizado en 28 países. No solo este dato impacta. El 71% de los ciudadanos a nivel global cree que habría que prohibir lo antes posible los productos de plástico de un solo uso.
Este paso lo están andando también los fabricantes de productos alimenticios.
Pero, nos preguntamos. Y ahora con el aumento de precios del aluminio y la escasez en la que se está incurriendo de latas de aluminio, ¿cuáles son los próximos pasos? Es algo que sabremos en el transcurrir de este año (y de la pandemia).