Hacia nuevos modelos de reciclaje: ¿adoptar un modelo de embalaje reutilizable,sin importar el material?

 

Lo infinitamente reciclable del aluminio es la propuesta de valor principal de los fabricantes de latas y es la solución que muchos productores pequeños están viendo: dejar atrás el plástico y adoptar el aluminio.

Pero, según señala Jesse Klein, colaboradora del medio estadounidense Green Biz, ésta puede que no sea la mejor alternativa. “Muchas empresas que cambian a envases de aluminio citan su reciclabilidad como la razón principal del cambio.

Están apostando por la alta tasa de reciclaje del material para reducir el impacto de su embalaje”. Pero por qué se pregunta Klein si es verdad todo lo que se dice sobre el reciclaje del aluminio. A pesar de que informes señalan que la tasa de reciclaje del aluminio es de 80%, la tasa total de reciclaje para todo el aluminio equivale realmente a 50% en el país norteamericano.

Según informe de la consultora Metabolic, de aproximadamente 90 millones de latas de aluminio que se utilizan cada año en Estados Unidos, solo la mitad se recicla. El resto, según señala el informe, va a vertederos. “El sistema de reciclaje está completamente roto”, dijo Michael Martin, fundador de r.Cup a Green Biz. “Es necesario abordar la infraestructura, y no veo que eso suceda en un futuro cercano.

Desde mi perspectiva, los recursos requeridos, la energía requerida, el impacto negativo de la producción del material y luego el sistema de reciclaje roto termina haciendo que [el aluminio] sea la opción menos sostenible en comparación con otras opciones”.

La solución que se busca ante esto es aumentar la tasa de reciclaje para disminuir el impacto ambiental, pero al parecer según algunos expertos el cambio del plástico al aluminio de algunas empresas es una opción algo apresurada porque no se toman en consideración algunos aspectos relevantes. A este respecto, Olga Kachook, gerente senior de la coalición de envases sostenibles de la organización sin fines de lucro GreenBlue, señala que “la mayoría de los impactos del embalaje se producen durante las fases de abastecimiento y fabricación. Y eso puede ser problemático”. No solo esto, el transporte también aumenta el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero del aluminio sobre el plástico, porque es más pesado.

Para ello, señala expertos, se necesitaría un análisis del ciclo de vida completo que compare la versión de plástico de un producto con la de aluminio para cada empresa individual para evaluar el impacto en su totalidad, y la mayoría de las empresas más pequeñas – explica Klein-no tienen los recursos para hacerlo.

El cambiar de un material a otro puede que no sea la solución para lograr una sostenibilidad ambiental.

Lo que debe hacerse, según expertos, es adoptar un modelo de embalaje reutilizable, sin importar el material. O justamente buscar en qué fase de producción y distribución de un producto es que la empresa puede adaptar un método y material sostenible y que lleve al menor impacto ambiental posible.

Un ejemplo que menciona el artículo publicado en Green Biz, es el de ThreeMain. ThreeMain, una empresa estadounidense de productos de limpieza por suscripción y que se ha convertido recientemente al empaque de aluminio de Trivium –líder mundial de soluciones de envasado innovadores y sostenibles -, hace que sus clientes compren una botella de aluminio que pueden rellenar con las bolsas de plástico con boquilla de ThreeMain de productos de limpieza.

Según Lauren Simonelli, cofundadora y directora de producto de dicha empresa, la gente sigue usando sus botellas originales hasta dos años después. ThreeMain ofreció a los suscriptores la oportunidad de cambiar sus botellas de plástico por botellas de aluminio cuando cambió al empaque de Trivium.

Según Simonelli, las bolsas para recargas utilizan un 80 por ciento menos de plástico que una botella tradicional de 16 onzas y se pueden reciclar a través de la asociación de ThreeMain con el servicio del programa de cajas Zero Waste de TerraCycle