Un estudio de la agencia de tendencias Caramel, encargado por Sonoco, revela que el envase ha pasado de ser un elemento meramente funcional a convertirse en un factor decisivo en la forma en que la Generación Z percibe las marcas. En especial dentro del sector de alimentación y bebidas, el packaging influye en la compra, la repetición y la relación emocional con los productos.
La investigación combina análisis sociocultural y datos de comportamiento, y detecta seis tendencias que están transformando la relación entre envase y consumidor joven:
- Indulgencia asequible
Alimentos cotidianos como el pescado enlatado o el aceite de oliva se reinventan como productos aspiracionales gracias a envases llamativos y compartibles en redes sociales. Este atractivo visual genera un “efecto viral” que impulsa la prueba y la fidelidad. - Estética como valor añadido
Los acabados cuidados —mate, metálicos o retro— convierten al envase en parte del estilo personal. Diseños con aire vintage, tipografías icónicas o ediciones coleccionables generan mayor interacción digital y mayor predisposición de compra. - El envase como pieza social
Con más jóvenes priorizando los encuentros en casa, el packaging también se convierte en parte del entorno doméstico y del contenido online (#fridgescaping, vídeos de reposición). El auge de formatos individuales o mini resalta la mezcla de practicidad y estética. - Diseño flexible y sostenible
La vida híbrida impulsa envases portátiles y respetuosos con el medio ambiente. Latas de aluminio y formatos reutilizables responden tanto a la movilidad como a la preferencia por opciones reciclables. Además, la dieta flexitariana favorece productos enlatados vegetales y de larga duración. - Donde lo premium se une con lo responsable
La sostenibilidad importa, pero debe ser clara, creíble y visible. Gen Z valora envases reciclables y reutilizables, con señales tangibles de responsabilidad ambiental. Las latas que se reutilizan como objetos decorativos o los sistemas de refill en aluminio refuerzan esa conexión. - Identidad, cultura y storytelling
Los consumidores buscan envases que reflejen autenticidad, tradición y pertenencia a comunidades o fandoms. Ediciones limitadas y diseños con narrativa convierten el envase en objeto de colección o símbolo de identidad. También surge un espacio para la ironía y el humor visual, que aportan frescura en un entorno digital saturado.
Para Sonoco, el diseño ya no es solo un plus: es un medio para transmitir valores, generar vínculos emocionales y conectar en un mundo digital. Desde Caramel, destacan que la Generación Z no compra únicamente productos, sino experiencias y relatos; el envase es hoy un medio cultural que anticipa y moldea esa relación.