El consumo de bebidas alcohólicas, especialmente cerveza, registra una fuerte caída en Argentina. A los factores estacionales y la inflación, se suma el creciente ingreso de latas de bebidas más baratas desde países vecinos, que escapan al control fiscal y afectan a los comercios formales.
Una lata de cerveza económica de 355 ml puede costar en Argentina alrededor de 1.200 pesos, mientras que en Brasil se consigue por la mitad. Este desfase ha impulsado el contrabando y las compras informales, especialmente en zonas limítrofes como Misiones. “El invierno ya reduce un 30% las ventas, pero ahora también nos perjudica el ingreso ilegal de cerveza más barata”, explicó el comerciante Nelson Lukoski.
Casos como el de Encarnación (Paraguay) o Bernardo de Irigoyen (frontera con Brasil) muestran una preferencia creciente por las cervezas extranjeras, que se adquieren a precios muy inferiores. Por ejemplo, un pack de 12 latas en Paraguay cuesta unos 6.800 pesos, mientras en Argentina el mismo producto puede superar los 11.000.
Ante esta situación, algunos comercios locales han lanzado promociones para incentivar el consumo, con rebajas de hasta el 50% en marcas internacionales y descuentos por compra en pack.