La Unión Europea ha anunciado un aumento de los aranceles sobre el acero extracomunitario, que podría alcanzar el 50% a partir de junio de 2026, duplicando la tarifa actual. La medida busca proteger la siderurgia europea, pero genera preocupación entre sectores industriales, especialmente la industria conservera gallega, que podría enfrentar costes adicionales al adquirir envases de acero procedentes de terceros países.
Según Anfaco-Cytma, la patronal de conservas y congelados de pescado, el incremento podría suponer un impacto cercano a los 150 millones de euros anuales en Galicia. Roberto Alonso, secretario general de la asociación, advierte sobre las “asimetrías” que podrían surgir con los acuerdos comerciales existentes y señala la necesidad de analizar con detalle las implicaciones sobre la competitividad europea.
El nuevo arancel se suma a otros desafíos internacionales. La UE negocia un Tratado de Libre Comercio con Tailandia, que podría facilitar la entrada masiva de conservas procesadas en plantas que no cumplen las regulaciones europeas de sostenibilidad y laborales. Un precedente similar ocurrió con Vietnam en 2020, cuando se liberalizó el acceso al mercado comunitario de 11.500 toneladas de conservas de atún sin arancel.
Además, Estados Unidos impuso este verano una tarifa del 15% a las exportaciones europeas, incluyendo conservas y preparados de pescado, afectando al mercado norteamericano, que representa el principal destino extracomunitario para el sector español. Pese a que supone solo el 3% del total de exportaciones de pesca y acuicultura españolas, algunas empresas dependen en más de un 15% de este mercado y deben buscar medidas de apoyo para mitigar el impacto.












