El agua enlatada está completamente de moda en los Estados Unidos. Cada vez son más populares en las tiendas de barrio, calles o festivales, pero no están al alcance de todos los bolsillos. Una lata de 500 ml cuesta entre 1,69 o 2,29 dólares en tienda, pero este precio puede subir hasta los 5 si se adquiere en un puesto callejero.
El crecimiento es exponencial y un ejemplo claro lo encontramos en el startup de agua enlatada Liquid Death, que entró en el mercado en 2019 y pretende expandirse ahora a Europa, está ahora valorada en 700 millones de dólares.
La compañía con sede en Santa Mónica, cuyo lema es ‘Muerte al plástico’, recaudó recientemente 70 millones de dólares en fondos liderados por Science Ventures, elevando así su valoración a casi el millón de dólares. La compañía anunció también que destinará dicha inversión a incrementar su expansión a nuevas categorías de bebidas.
«Creemos que Liquid Death puede ser la bebida sin alcohol de más rápido crecimiento de todos los tiempos», indicó Peter Pham, cofundador de Science Ventures. Uno de los competidores de Liquid Death, es Path Water, que ofrece agua en botella de aluminio, también acaba de recaudar 30 millones de dólares en financiación.