Las latas de maíz destacan por su practicidad y valor nutritivo: permiten conservar el alimento por largo tiempo, ya viene cocido y listo para usar en distintas preparaciones. Contienen fibra, carbohidratos, vitaminas B y C, y minerales, constituyendo una opción económica y conveniente para incorporarlas en ensaladas, guisos, sopas, tartas, empanadas o incluso tortas, sin depender de la estacionalidad de los vegetales.
El maíz comenzó a envasarse en lata en Estados Unidos a mediados del siglo XIX, como un método para preservar uno de los cultivos más comunes de la dieta local. Su producción se expandió con la industrialización y el transporte ferroviario, alcanzando gran popularidad en Europa y América Latina durante el siglo XX.
En redes sociales, se popularizó una receta sencilla de croquetas de maíz presentada por la influencer Jessica Santillán (@lapasamoscomiendo en Instagram). La preparación utiliza una lata de maíz, un huevo, almidón de maíz y condimentos como ajo y sal; opcionalmente se puede añadir queso rallado o cebolla deshidratada. La mezcla se forma en porciones, conservando los granos enteros, y se cocina en sartén hasta dorarse.
El huevo y el almidón funcionan como aglutinantes, aportando textura y evitando que las croquetas se desarmen durante la cocción. Para un acabado más crujiente, pueden pasarse por pan rallado antes de freír o hornear. El resultado es un plato versátil y rápido, listo en 15 a 20 minutos, que puede consumirse solo, con salsa o como guarnición