Ball ha jugado un papel clave en la introducción del agua en lata en el mercado, impulsando esta categoría y consolidándola como una tendencia importante, al mismo tiempo que reafirma su compromiso con la economía circular y la conservación de los recursos naturales.
Los consumidores están cada vez más interesados en productos que minimicen su impacto ambiental y que contribuyan a un futuro más sostenible. En este contexto, el agua enlatada en aluminio emerge como una opción responsable y práctica para quienes buscan alternativas alineadas con los principios de la economía circular.
A diferencia de otros envases desechables, la lata de aluminio se puede reciclar repetidamente sin perder calidad, lo que la convierte en el envase más reciclado del mundo (71%). Además, su ciclo de reciclaje es altamente eficiente: una lata de aluminio regresa a los estantes en aproximadamente 60 días después de su correcto reciclaje, reduciendo considerablemente la necesidad de extraer nuevos recursos naturales. Este proceso de reciclaje sólo consume solo el 5% de la energía que se requiere para producir aluminio primario.
Para Daniela Tomatti, vicepresidenta Comercial y de Sostenibilidad de Ball en América del Sur, la conciencia del consumidor es clave para avanzar hacia un consumo más responsable.