Las latas de conserva pueden abombarse por varias razones:
La idoneidad de la hojalata usada: La elección correcta del espesor y sobre todo del estañado es fundamental. No todas las hojalatas son adecuadas para todos los usos.
El uso de la protección orgánica, como los barnices, debe ser adecuado para el producto que se va a contener.
Las características del producto contenido: La presencia excesiva de ciertos componentes puede ser decisiva. Por ejemplo, los nitratos pueden causar un rápido desestañado.
La presencia de oxígeno durante el envasado: El oxígeno puede causar problemas de corrosión y afectar ciertos valores organolépticos y nutricionales del alimento.
El proceso de envasado: Un mismo envase y un mismo producto pueden dar problemas o no dependiendo del proceso empleado. Factores como el tratamiento de aguas, el vapor usado, la manipulación del envase, entre otros, son decisivos para obtener resultados adecuados.
Las condiciones de almacenamiento: Factores como el salto térmico, el grado de humedad, las corrientes de aire y la calidad del embalaje usado pueden ser determinantes.
En el caso de conservas artesanales, los casos más frecuentes de botulismo se han dado en alimentos de baja acidez que terminan con un pH final estabilizado superior a 4.6, y la causa más común es que las conservas elaboradas han sido sometidas solo a un calentamiento leve en agua hervida a 100 °C.
Por lo tanto, es esencial tener en cuenta todos estos factores para evitar que las latas de conserva se abomben.