El TFS (acrónimo de Tin Free Steel, que significa «acero libre de estaño») y la hojalata son materiales similares utilizados en la fabricación de envases metálicos. Sin embargo, existen algunas diferencias importantes entre ellos.
En primer lugar, la hojalata se recubre con una capa de estaño mediante electro deposición y una película de pasivación, mientras que el TFS se recubre con un revestimiento mixto compuesto de cromo y de óxido de cromo. Esto significa que el TFS no contiene estaño en su composición, lo que lo hace más resistente a la corrosión en ciertos ambientes.
En segundo lugar, el TFS es más duro y resistente a la maquinabilidad que la hojalata ETP (Electrolytic Tinplate). Sin embargo, el TFS no es apto para soldaduras eléctricas, lo que limita su uso en algunos tipos de envases.
En cuanto a las propiedades mecánicas, ambas son similares, ya que el acero base es el mismo en ambos materiales. Sin embargo, el coeficiente de rozamiento del TFS es mayor que el de la hojalata, lo que puede generar una mayor abrasión en los útiles utilizados en su procesamiento.
Otra diferencia importante es el aspecto visual: el TFS tiende a tener un color gris azulado, mientras que la hojalata es más brillante. Esto permite obtener ciertos efectos especiales con la aplicación de tintas o barnices transparentes.
En resumen, el TFS y la hojalata son materiales similares utilizados en la fabricación de envases metálicos, pero difieren en su composición, resistencia a la corrosión, aptitud para soldaduras eléctricas y aspecto visual.
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