La hoja de coca tiene un sinfín de propiedades analgésicas y mascar sus hojas procura energía y mitiga el hambre, la sed y el dolor, según la cultura andina.  Desde tiempos inmemoriales los indígenas nasa de la región del Cauca, en Colombia, vienen elaborando todo tipo de productos a base de hoja de coca. Es un ingrediente más de algunas bebidas energéticas y espirituosas y también de una cerveza que ha provocado una inusitada batalla legal.

La todopoderosa Coca Cola, la multinacional de los refrescos con sede en Atlanta, le ha declarado la guerra a Coca Pola y por eso se ha querellado contra sus fabricantes al considerar que le usurpa parte de su nombre por lo que exigen que borren la palabra coca en todos los productos de los nasa.

“Es una demanda difícil de atender, porque la hoja de coca es patrimonio indígena», asegura David Curtidor, abogado de la cooperativa. «Es una disputa espiritual y económica. Primero prohibió la hoja de coca el imperio español y ahora quiere hacerlo el imperio de la Coca Cola”, denuncian desde la cooperativa Coca Nasa.

“Llevamos la hoja de coca en nuestra sangre, pero como siempre se dice que la coca es cocaína, nuestro empeño es difundir que no es así”, señala Fabiola Piñacué, emprendedora nasa y fundadora de Coca Nasa, la primera cooperativa de su tipo en Colombia. “Vi el potencial de Coca Pola y supe que deberíamos elaborarla, hicimos los ensayos y trabajamos duro hasta lograrlo”, añade Piñacué.

La creadora de Coca Nasa, que cuenta con quince trabajadores, reivindica su Coca Pola como un producto cien por cien artesanal. “Los dueños de Coca Cola se incomodan y dicen que les plagiamos, pero no plagiamos a nadie, heredamos la hoja de coca y sus manufacturas”, sostiene. Este es el segundo litigio que Coca Cola emprende contra Coca Nasa, ya que en 2007, tras el lanzamiento de Coca Sek, recibieron otra demanda que al final fue desestimada.