Durante su visita a Tesla, el gobernador de Nuevo León comunicó que uno de sus ejecutivos le había contado una broma acerca de la forma en la cual se fabrican los autos en el emprendimiento. Esto fue aludiendo al concepto de economía circular aplicada a la fabricación de vehículos.

El gobernador de Nuevo León contó cómo Rohan Patel, uno de los directivos de Tesla Motors invitó a él y los demás representantes a ver la planta y charlar con sus ejecutivos. «Él dice ‘no dejen de tomar Tecates, porque con ellas hacemos los ccoches de Tesla. De tanta cerveza que se produce en Nuevo León, se funde y eso es lo que nos mandan para hacer los chasis», señaló el gobernador.

No es fácil imaginar la relación entre beber una lata de cerveza y crear un chasis para un automóvil eléctrico, pero ¿cómo se hace exactamente?

Tesla se ha comprometido a ser una empresa ambientalmente sostenible, lo que implica exigir a sus proveedores que utilicen insumos de materiales reciclados.

“Evaluarán su cadena de suministro para abordar los riesgos relacionados con las Políticas de derechos humanos y materiales responsables de Tesla, incluyendo todo lo relacionado con minerales en zonas de conflicto, la trata de personas, la esclavitud, el trabajo infantil y los impactos ambientales, y, compartirán sus hallazgos con Tesla cuando esto se solicite”, reza el criterio empresarial.

Nemak es un proveedor mundial para la industria automotriz, diseñado para producir componentes de aluminio para vehículos. Esta empresa en particular suministra material a Tesla, producto del reciclado de latas de Tecate.

Una persona en la red social LinkedIn notificó que con los 190 kg de aluminio presentes en los chasis de Tesla, resultarían nada menos que 12.970 latas. Si se tomó una lata de 340 mililitros y su peso (13,6 g), un kilogramo equivale a 74 latas; lo cual daría como resultado 4.750 litros de bebida para completar el objetivo planteado.

“Actualmente usamos menos agua por vehículo que casi cualquier fabricante de automóviles de combustión interna. Existe la idea errónea de que producir un vehículo eléctrico requiere más agua que producir un vehículo convencional. Nuestros datos muestran que este no es el caso”, añadieron desde Tesla.