La planta de Tata Steel en IJmuiden (Velsen, Holanda), una de las principales productoras de acero de los Países Bajos, ha firmado una Carta de Intención con el gobierno neerlandés para disminuir significativamente sus emisiones de dióxido de carbono. Esta iniciativa forma parte del plan de la compañía, denominado “Green Steel”, orientado a hacer que la producción de acero sea más sostenible y con menor impacto ambiental.
El acuerdo establece objetivos ambiciosos:
- Reducir 5,4 millones de toneladas de CO₂ anuales para 2030 mediante la adopción de tecnologías como hornos de arco eléctrico alimentados con gas natural y, a futuro, hidrógeno.
- Implementar captura y almacenamiento de carbono (CAC) para eliminar 0,6 millones de toneladas adicionales para 2032.
El gobierno de los Países Bajos se ha comprometido a aportar hasta 2.000 millones de euros en apoyo financiero, mientras que Tata Steel solicitará 300 millones de euros al Fondo de Innovación de la Unión Europea. El proyecto total podría tener un coste estimado de 4.000 a 6.500 millones de euros y se prevé que entre en operación entre 2032 y 2037.
Más allá de la reducción de emisiones, el plan busca mejorar la calidad del aire en la región y disminuir riesgos para la salud de la población local. Las negociaciones continúan para formalizar los compromisos en un acuerdo vinculante.
Este paso representa un avance relevante en la transición hacia una producción de acero más limpia en Europa y refuerza la meta de Tata Steel de alcanzar la neutralidad climática para 2045.