La multinacional Rio Tinto anunció, en asociación con Corona Canada, el lanzamiento de la primera lata de bebidas con bajas emisiones de carbono especialmente marcada de Canadá, fabricada por Ball Corporation. Las latas, ahora disponibles a través de un piloto en Ontario, se fabricaron con aluminio de Rio Tinto y aprovechando la tecnología ELYSISTM.
En total se produjeron un total de 1,2 millones de latas con el código QR, como parte de este lanzamiento limitado, con el objetivo añadido de inspirar a los consumidores a aprender más sobre la baja huella de carbono de las latas.
En este sentido, el vicepresidente de marketing de Corona Canada, Andrew Oosterhuis, señaló al respecto que “al continuar introduciendo tecnologías líderes en el mercado en el espacio de las bebidas, estamos liderando con el ejemplo para que otras compañías y sus proveedores innoven e impulsen un cambio significativo para nuestro medio ambiente».
Por su parte, el director de Ventas y Marketing de Rio Tinto, Tolga Egrilmezer, añadió que «estas latas de bebidas especialmente marcadas y bajas en carbono mostrarán el aluminio producido de manera responsable que Rio Tinto ofrece, reuniendo la energía hidroeléctrica renovable y la innovación de la tecnología de fundición ELYSISTM de carbono cero».
Esta iniciativa supone un paso más para conseguir que una lata de bebidas sea totalmente rastreable hasta llegar a las manos de los consumidores. Asimismo, en el futuro, Rio Tinto aprovechará los conocimientos de su iniciativa START para permitir a los consumidores utilizar códigos QR para ver exactamente cómo se fabricaron sus productos desde la mina hasta el mercado.
En la actualidad, cerca del 70 por ciento del aluminio utilizado en las latas producidas en América del Norte está hecho con aluminio reciclado. No obstante, la combinación de este metal reciclado con el aluminio bajo en carbono de Rio Tinto, fabricado con energía hidroeléctrica renovable, y el metal producido utilizando la tecnología de fundición ELYSISTM sin emisiones directas de gases de efecto invernadero reduce las emisiones de carbono en más del 30 por ciento.