El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, anunció nuevas sanciones contra el sector mineral ruso, con prohibiciones a la importación de aluminio, cobre y níquel a fin de asfixiar la capacidad de Moscú de poder financiarse y mantener así la guerra en Ucrania.


«Como lo demuestran las sanciones anunciadas, el G7 continúa unido ante la amenaza de Rusia y firme en nuestro apoyo a Ucrania», declaró el primer ministro británico, Rishi Sunak, durante la cumbre del G7 en Hiroshima, Japón. Además, se aplicarán 300 sanciones contra objetivos diversos y variados, «personas, organizaciones, barcos y aviones», en Europa, Oriente Medio y Asia.


En concreto, Estados Unidos prohibirá las exportaciones estadounidenses a 70 entidades en Rusia y otros países. Un paquete de sanciones con la que se intenta impedir que Rusia siga alimentando su máquina de guerra y eliminar parte de sus fuentes de financiación bélica. Los países occidentales también han aplicado una serie de sanciones sin precedentes contra Rusia desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, para afectar económicamente a ese país, al reducir los ingresos generados por los hidrocarburos y desorganizar su industria de defensa. También el gobierno de Reino Unido estudia emprender acciones contra otras 86 personas y empresas con sanciones que tienen conexiones con Vladimir Putin.


Ahora la principal preocupación se centra en impedir que Rusia consiga evitar dichas sanciones. Entre las medidas destacan las importaciones rusas de aluminio, cobre y níquel que finalmente serán bloqueadas bajo la nueva legislación que se introducirá a finales de este 2023.