Productores de aluminio en Canadá han acelerado recientemente sus envíos hacia Estados Unidos, en respuesta a una mejora en los precios físicos que hace más apetecible vender al mercado estadounidense a pesar del impacto de los nuevos aranceles del 50 %.
Analistas del sector señalan que los mayores “premios” que se pagan por aluminio en EE. UU. han vuelto a atraer a los proveedores canadienses, que habían desviado parte de su producción hacia Europa tras la introducción de los gravámenes.
Los aranceles, impuestos en junio, fueron diseñados para estimular la producción nacional de aluminio y atraer inversiones en sectores como la energía, la construcción y el envasado, que dependen intensamente de este metal.
Inicialmente, muchos productores canadienses redirigieron volúmenes hacia compradores europeos para compensar la caída de la demanda estadounidense. Sin embargo, con los inventarios de aluminio en EE. UU. disminuyendo, los flujos comerciales se están revirtiendo para abastecer la demanda renovada de fabricantes estadounidenses.












