La tensión entre china y australia afectarán, a la larga, a los consumidores de cervezas y refrescos
El confinamiento y medidas tomadas con motivo de la pandemia ha traido graves consecuencias para las industrias y esto no ha sido diferente para el sector del aluminio. La escasez de latas ha afectado notablemente y como es de esperar a fabricantes de cerveza y refrescos en Estados Unidos.
Así lo han manifestado los fabricantes estadounidenses Monster Beverage Corp y Keurig Dr Pepper, quienes han tenido que acudir a fabricantes de latas en América del Sur y Asia, lo que, por supuesto, ha incurrido en un aumento en precios de transporte y logística, sin contar con el aumento sostenido en las latas. La demanda de los consumidores, por otro lado, aumentó con el confinamiento, por lo que debían responder a ella.
El aumento de precios obedece a dos factores importantes. El primero de ellos tiene que ver con la tensión que se acrecienta entre dos grandes como lo son China y Australia. Una tensión que ha sido exarcebada en un principio por la solictud de Australia de que se hagan investigaciones sobre el origen del Covid-19 en China y su evolución hasta convertirse en pandemia.
¿Por qué esta situación afecta al sector del aluminio y en especial los precios? La respuesta está en que China es el principal comprador del aluminio y Australia, proveedor importante de materiales como la bauxita y alúmina. Esta situación ha hecho que los precios del aluminio hayan subido casi un 25% este año, aunado -además- a una esperada represión contra las fundiciones contaminantes de China, cuya consecuencia será una limitación en el suministro de este material al país asiático.
Pero, por otro lado, y como lo ha manifestado la también estadounidense Molson Coors Beverage, la escasez de latas de 12 onzas para seltzers duros ha obligado, en el caso de esta empresa, a suspender algunas líneas de baja velocidad. Es decir, se está desarrollando una crisis que parece no parar.
Los precios del transporte y logística es uno de los factores más graves porque de ninguna manera las empresas están cubiertas contra esto, pero, por más cubiertos que estén, la subida de precios del metal afectará a los fabricantes y, por ende, a los consumidores. Se habla, de que un año, el precio del metal ha sido de un 80% en Estados Unidos y 70% en Europa.