La fiscalía nacional de Polonia investiga un presunto complot del servicio de inteligencia militar ruso (GRU) para introducir latas de comida envenenadas con explosivos en el país. Según informaron medios polacos como Gazeta Wyborcza y TVP Info, el operativo implicaría también a Lituania y Alemania.
Un ciudadano ucraniano identificado como Władysław D., vinculado al GRU, habría transportado las latas desde un cementerio en Lituania hasta Polonia, donde las dejó cerca de Łódź. Además de las latas, se encontraron componentes para drones, lo que sugiere que los artefactos podrían haberse utilizado como carga explosiva aérea. El joven fue detenido por la Agencia de Seguridad Interior (ABW).
El coordinador de los servicios especiales polacos, Tomasz Siemoniak, confirmó que el GRU planeaba operaciones de sabotaje en Polonia, Lituania y Alemania utilizando estos artefactos. Un experto militar citado por Gazeta Wyborcza advirtió que la cantidad de explosivos involucrados podría haber causado daños graves y víctimas mortales.
Aunque los investigadores no han especificado el motivo del complot, se especula que el apoyo incondicional de Polonia a Ucrania durante la invasión rusa podría haber sido un factor desencadenante. Desde 2022, Varsovia ha proporcionado a Kiev unos 3.300